10

249 24 2
                                    

Kirishima llego luego de un día muy atareado y horrible en el trabajo.

Katsuki lo vio molesto, se había pasado varias horas de lo acordado por ambos para llegar del trabajo.

Estaba enojado, de por sí la mafia no le gustaba nada pero su esposo según se crío con la mafia, y no conocía otra cosa que esa.

Pero le prometio llegar a la hora estimada para no preocupar al rubio.

-¿Son horas de llegar Eijirou?-Reclamo con molestia.

-no pero una puta carga fue robada por un maldito perro que nos traicionó. Verá que con nuestra organizacion a no se juega. Voy a estrangularlo con mis propias manos.-Antes cuando escuchaba eso le asustaba mucho, ahora también, pero prefería hacerle frente, ya sabia que a el no le haría nada.

Tomo su cigarro y comenzó a darle calada tras calada.

-Que mal humorado. Controlate. Es desagradable escucharte decir cosas así. Que no se te olvide con quien estas hablando.-Le recordó. El no era cualquiera, era su esposo y si realmente lo amaba debía guardarse ese tipo de pensamientos.

-oh lo siento, se me olvida que eres el rey de esta casa, aunque a ti se te está olvidando que por mi lo eres.-Sorprendió a Katsuki dejandolo con la boca abierta por la ofensa y una risa.

-Este idiota. Si, por ser tu esposo tengo tantos privilegios, pero recuerda que eres tu quien rogo por tenerme como tu rey así que te aguantas, no me hables así, no me lo merezco, desahógate con tus colegitas, no sé, pero no fumes aquí. Que asco, te dije que no fumaras tampoco cuando discutimos.-Kirishima estaba en su límite.

-Dios santo, ¡cierra la boca una vez por favor!, Acuéstate y duérmete, no se, pero deja de molestarme Katsuki-Katsuki solto una carcajada ofendido.

-¿A quien haces callar? ¡Yo no fui el alfa estupido que se dejó engañar! Así que ¡No me calles ni me faltes el respeto!-se acercó a él dando un pequeño empujón que Kirishima ni sintió pero frunció el ceño.

-Cuidado como me hablas te estas pasando-advirtio pero Katsuki se burlo de él, en el fondo ofendido, y Kirishima siguió fumando. Katuski intento tirarlo pero Kirishima lo alzó, el era bastante pequeño, más de lo que son ya el promedio de omegas, buen que su padre era un alfa pequeño y su madre también era pequeña.

No tenía por donde.

-Deja el puto cigarro, es asqueroso. Mejor tu ten cuidado a quien le hablas así, soy tu esposo, no te olvides que a mi no me tratas así. Eres un idiota y lo sabes, te dejaste engañar como un estupido- ya no hablaba con burla, realmente se estaba enojando.

Kirishima para burlarse de él, le tiro el humo en la cara provocando que omega comenzará a toser con lagrimitas en sus ojos, nunca tuvo el humo tan cerca de él.

-I-idiota.-Kirishina sintió que algo despertó en el, tuvo la necesidad de preocuparse pero también... la necesidad de besarlo.

Se veía tan lindo así de indefenso...

No soporto más y tiro su cigarro al piso, apagándose con su pie.

Tomo de la cintura a su pequeño esposo y lo beso como nunca había podido, jamás se lo permitió, el era muy niño, pero ya habían pasado meses de su mayoría de edad, ya sentía que se podía dar el gusto de besarlo.

-K-Kiri mhm-no podía ni hablar ante el hambriento beso que Kirishima le daba, era su primer beso, pero definitivamente era el mejor, nunca había besado pero se sentía en las nubes. Hasta el enojo se le había pasado.

Kirishima no se separaba del menor y Katsuki sentía la nicotina en su boca. Dios santo que sabía bien. No sabia si era por que realmente sabía bien o por qué el beso era tan caliente que todo se sentía bien.

Casado Por ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora