𝐧𝐢𝐧𝐞 • 𝐭𝐚𝐤𝐢𝐧𝐠 𝐦𝐲 𝐭𝐢𝐦𝐞

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Desde el día después de acción de gracias Daniel le había dejado a Harley un total de ciento cincuenta mensajes y la había llamado más de treinta veces... Sin mencionar las veces que intento hablar con ella en la escuela o incluso irrumpiendo en su casa.

Aun así Harley se mantenía firme en su decisión.

No era del tipo de personas que apartaban sus emociones, aun así no podía permitir que estas la dominaran y el estar sola de una forma u otra le hacía bien.

Retomo sus clases de baile, con mucho mas compromiso y dedicación que nunca, le sobraba tiempo para asistir al estudio de tres a cuatro veces por semana; por otro lado continuó trabajando en sus documentales y como si fuera poco ahora asistía con mucha más frecuencia al rancho de los Walter, pasar tiempos con los chicos valía totalmente la pena incluso cuando tenía que contemplar al pecoso junto a la morena.

Si bien había intentado recaer dos o tres veces desde aquella noche, su madre no se lo permitió, había intensificado su terapia y le había pedido a su doctora un ajuste en cuanto a la medicación, puesto que lo que menos necesitaba en estos momentos era volver a tocar fondo, esto solo aumentaría el sufrimiento que la pelinegra podría llegar a sentir.

Hoy por fin era el último día antes de las vacaciones de invierno, Harley había contado los días para que esté momento llegará, a pesar de ser poco más de tres semanas sabría que un descanso le serviría para apagar su mente y dejar de pensar nada más por un rato.

— ¡Ey arriba esos ánimos! — exclamó Erin mientras conducía camino a la escuela — podríamos ir a la fiesta que está organizando Olivia para esta noche, no tengo muchas ganas pero si tú quieres estaría bien...

— Sabes que es lo peor... — respondió Harley ignorando la sugerencia de su hermana — todo el mundo sabía, incluso me han preguntado si estaba en una relación abierta.

— Harl, no puedes seguir tocando el tema. — comentó la castaña — así nunca podrás olvidar lo que paso.

— ¿De que más quieres que hable? — preguntó la pelinegra algo indignada — ¡me pusieron los cuernos hace menos de un mes!

— Aun así has hecho un montón de cosas supuestamente para distraerte... háblame de eso y olvídate de tu patético ex.

— No es tan fácil como crees... — susurró esta virando los ojos.

— ¿Y si intentas conocer a alguien más? — preguntó Erin — tal vez una chica... ¡a la mierda los hombres!

— Aunque me gustaría Daniel Andrews no es del todo fácil de superar — respondió Harley con su típica sonrisa ladeada — por cierto eres pésima aconsejando...

— Agh ya lo se

En cuanto llegaron a la escuela Harley bajo casi de inmediato y se dirigió a su casillero lo más rápido posible, evitando las miradas y los murmullos que constantemente recibía desde su ruptura.

— ¡Harley espera! — exclamó una voz conocida intentando igualar el paso de la pelinegra.

— Kiley... ¿cómo vas? — saludó Harl disminuyendo su velocidad.

— Yo muy bien — respondió está situándose a su lado — ¿Cómo vas tú?

— Bien eso creo...

— No te vemos mucho desde... eso, aun así sabes que cuentas conmigo, ya te lo había dicho.

— Si lo se es solo que suelo alejarme de las personas cuando las cosas no andan muy bien, se que es horrible pero no puedo evitarlo.

— ¿No has hablado con nadie todo este tiempo?

𝐃𝐀𝐘𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓 • 𝐀𝐥𝐞𝐱 𝐖𝐚𝐥𝐭𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora