𝐞𝐥𝐞𝐯𝐞𝐧 • 𝐭𝐫𝐲 𝐭𝐨 𝐟𝐨𝐫𝐠𝐞𝐭

628 49 3
                                    

Las vacaciones de invierno habían llegado a su fin y los estudiantes recibían el año de la peor manera posible: volviendo a acoplarse a sus horarios y responsabilidades.

Durante esas tres semanas Harley había intentado hacerse a la idea de que tendría que hacer dos cosas, tratar de olvidar a Alex y soportar ver a Daniel.

Y si bien por el momento había disfrutado de su soledad, era consiente de que eventualmente llegarían esos días donde se sintiera estúpidamente miserable.

— Harley! Grace llegó. — llamó Erin desde el primer piso.

— Ya voy! — respondió está desde su habitación, tomando su abrigo y su mochila.

Grace se había ofrecido a llevarla y así podrían hablar todo lo que no habían hablado hace mucho tiempo.

— Bye! — se despidió Harley mientras hacía la puerta.

— ¿Tomaste tus medicamentos?

— Si.

— Te veo en la escuela! — exclamó a la menor antes de que esta saliera por la puerta principal.

Harley subió al auto de su mejor amiga y la saludó con un beso en la mejilla.

— Te extrañe tanto! — exclamó la castaña.

— También yo, perdóname por alejarme — se excusó la pelinegra — sabes como me pongo con mis pensamientos intrusivos.

— No te preocupes, te entiendo...

— ¿Cómo están las cosas en tu familia?

— Igual... pero no estamos acá para hablar de mi.

— Grace...

— ¿Qué tal los asuntos con tus dos chicos?

— Daniel, es una porquería, es intenso y manipulador, obvio me duele todo lo que hizo pero no pienso rebajarme a su nivel... Alex, me siento horrible.

— Tienes derecho a sentirte así.

— El tiene novia y aun así yo quiero seguir detrás de él.

— No es tu culpa, no puedes forzarte a ti misma a que te deje de gustar.

— Además Jackie ya se dio cuenta de lo mucho que me gusta, obviamente yo lo negué a toda costa pero no creo que me crea.

— ¿Y si te das un descanso de todos los Walter?

— No voy a renunciar a mi segunda familia por un chico, sería una estupidez.

Continuaron hablando mientras la castaña conducía hasta la preparatoria y cuando llegaron continuaron caminando juntas por los extensos pasillos.

— ¡Hey chicas! ¿Qué tal? — preguntó una voz conocida a espaldas de ambas.

— Kiley, ¿bien y tu? — respondió Harley.

— ¿Qué tal las fiestas en tu familia?

— Mis padres vinieron en noche buena y luego volvieron a irse y en año nuevo estuve con mis tíos, es la casa que está dos casas después de la mía.

— Me hubieras llamado — contestó Grace — mi casa no es el lugar más seguro pero hubiera sido lindo verte.

Kiley pareció sonrojarse ante ese comentario creyendo que nadie lo había notado, sin embargo Harley si logró verlo y no pudo evitar sonreír en su interior.

Durante todo el día Harley gozó de la compañía de sus dos mejores amigas y cuando por fin llegó la hora del almuerzo se encontraron junto a Nathan, para sentarse a comer todos juntos.

𝐃𝐀𝐘𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓 • 𝐀𝐥𝐞𝐱 𝐖𝐚𝐥𝐭𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora