Dónde un inconveniente el primer día que Sophia y Charlie se conocen hace que se odien profundamente.
O
Dónde ambos adolescentes se dan cuenta que en realidad, ninguno es tan idiota como pensaban.
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——— Chaos
ME ESTIRO CON cansancio mientras me aseguro que Sara este junto a mi. Tom les había prohibido ir a la fiesta de Dylan y me pidió que cuidara que no se escaparan.
—Sophieeee.—me llama Jessica.
—¿Que pasa?
—Ese chico del equipo de papá no te deja de ver.—dice y una sonrisa traviesa aparece en su cara.
Volteo a ver y efectivamente, hay un chico muy guapo con el uniforme del equipo que no deja de verme.
—Es guapo.—asegura Sara.
—Porque presiento que solo dicen eso para distraerme y hacer de la suyas.—pregunto y veo como Sara ríe nerviosa.—Buen intento.
—En realidad.—esta vez habla Lorraine, la cual está bajando las escaleras de la casa.—Sí que no para de verte.
Ruedo los ojos con diversión y regreso mi vista a mi agenda. Esta semana tengo agendado una entrevista con un ex alumno de Brown, la universidad donde quiero entrar el próximo año.
Mi amiga se sienta alado de mi.
—¿No crees que el es muy guapo?—me codea.
Bufo y cierro mi agenda.
—Hay gente más atractiva.—le resto importancia.
—¿Como Charlie?—pregunta Mark con inocencia y lo volteo a ver.
—No.—aclaro.—Como Josh Hutcherson, por ejemplo.
—¿Quién es Josh Huchirson?—pregunta uno de los gemelos, sin saber pronunciar el apellido del actor.
—El amor de mi vida.
En ese momento, alguien más baja por las escaleras. Es Charlie, el cual luce cansado mientras viste un pijama.
—¿Por qué hay tanto ruido?
—El equipo de papá vino a entrenar, otra vez.
El chico suelta un bufido y parece ser que cae en mi presencia, ya que me mira fijamente sin hacer nada.
—Hola.—saluda después de unos segundos.
Alzo la cabeza como respuesta y me vuelvo a girar hacia Jake, el cual está apunto de salir.
—¡Pequeño demonio, regresa acá!—le llamo y él vuelve a entrar con una mala mirada hacia mi.
—Arruinas mis sueños, mujer.
—Yo igual arruino mis sueños, diablito.
El chico ríe y se vuelve a acostar en el piso con aburrimiento.
—¿Por qué no podemos ir? No haremos nada malo.
—Casi hacen que el novio de Nora sea comida de perro.—contesto con obviedad.
