Capítulo Especial 1.3

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Me despierto con el intolerable despertador en la mesilla de noche. Lo apago y vuelvo a tumbarme para recuperar el alma en el cuerpo. Al mirar al otro lado de la cama, vi a Porsché envuelto de pies a cabeza en la manta. Moví un poco la manta para descubrir su cara. Le trazo la nariz con el dedo mientras se despierta. Arrugó la nariz y abrió los ojos para luego mirarme.

—Buenos días, Kim.

—Buenos días, mi amor.

Sonrió y se acercó a mí para envolverme.

—Por más que me encante acurrucarme contigo por las mañanas, cariño, tenemos que prepararnos para irnos.

—Tienes razón—su cuerpo se tensa—tenemos que llegar a la casa de seguridad así que mañana solo nos queda esperar y ver si podemos volver o escapar de Tailandia.

Se levanta y empieza a buscar en el armario la ropa que vamos a usar hoy.

—¿Vamos a desayunar aquí o de camino?

—Si quieres hacer el desayuno aquí está bien. Todavía tenemos tiempo —me levanto también y me dirijo al baño, sintiendo su mirada en mi espalda, especialmente en mi culo.

—¿Necesitas ayuda en la ducha? —Me detengo justo en la puerta y me giro para mirarle por encima del hombro.

—Podría, pero en el proceso de limpieza me encontrarías follable y me follarías allí mismo. Lástima que tengas que prepararnos el desayuno.

Mientras entraba en el baño, oí unos pasos apresurados. En eso, cierro rápidamente la puerta y la atranco justo a tiempo cuando él se detiene frente a ella.

—Déjame entrar, Kimmy. Te juro que me controlaré—Suplica en un tono bajo y ronco detrás de la puerta.

—Mmm, te habría creído de no ser por tu tono desesperado. No te preocupes, ya tendrás tiempo de cuidarme más en casa de seguridad.

Le oí gemir mientras se alejaba unos pasos de la puerta. Abrí la lluvia de la ducha, riéndome entre dientes de los pensamientos que daban vueltas en mi mente. ¿Quién iba a pensar que mi pequeño Porsché era tan necesitado y hormonal? Pero no me quejo. Nunca dejaré que nada se interponga entre nosotros. Y si alguien intenta hacerlo, esa persona se arrepentirá y suplicará para que acabe pronto con ella.



El proceso para llegar a la casa segura fue... desafiante. Tuvimos que ser cautelosos para que nadie pudiera seguirnos. Kinn y Porsche se ofrecieron para ser la distracción de cualquiera que pudiera estar siguiéndonos. Y por supuesto, Porsche y Porsché podrían despedirse en cualquier caso. El plan era sencillo dadas las circunstancias. Todos nos reuniríamos en un centro comercial perfectamente abarrotado. Comeríamos algo juntos, hablaríamos y, finalmente, tomaríamos caminos separados entre la multitud que caminaba. Porsché y yo podríamos cambiarnos de ropa y camuflarnos entre la gente para llegar a un vehículo familiar sin etiqueta que Vegas nos preparó anoche con nuestro equipaje listo para partir esta mañana. Con todo el movimiento, nos aseguramos de que cualquiera que pudiera estar siguiéndonos no nos viera entre la multitud y se centraran en Kinn y Porsche, o al menos perderlos en nuestro camino hacia una de las salidas traseras del centro comercial.


Al llegar a la casa segura, alejada de Bangkok, empezamos a sacar del coche nuestras cosas y otras que Vegas me preparó.

—¿Qué son esos? —dice Porsché curioseando las bolsas que he colocado sobre una mesa en una de las pequeñas habitaciones de la casa.

—El equipo que necesito para husmear en las dos mansiones, igual que estás haciendo tú ahora mismo, pero sin que nadie se dé cuenta.

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⏰ Última actualización: Dec 23, 2023 ⏰

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Why Don't You Stay (Ver Español) - KimchayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora