8. Caldero Chorreante

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Había bullicio en la calle a pesar del frío que parecía haber llegado del todo.

- ¡George! - gritó Hermione, que acababa de entrar al callejón. - ¿Qué hacéis aquí? Tú debes ser Lis - sonrió amablemente. Sin dejar que contestaran prosiguió - Hemos quedado con Harry, Ginny y unos cuantos conocidos en el Caldero, debo de ser la última en llegar. ¿Os apetece acompañarnos?

George miró con recelo a Lis. Ésta miró a George con nerviosismo, pero contestó por él.

- Si no es ninguna molestia, sería un placer.

George sonrió como un niño ilusionado y entraron los tres al Caldero. Había mucha gente y en una mesa del fondo se encontraban todos bebiendo y riendo. Entre los asistentes estaban Ginny y Harry, Bill y Fleur, Ron que esperaba a Hermione, y de casualidad se habían unido Luna Lovegood y Seamus Finnigan con sus respectivas parejas. Todos hablaban y reían hasta que vieron aparecer a George con Lis. Miraron a la chica, luego al pelirrojo y volvieron los ojos a la chica. Bill fue el primero en hacer un hueco a la nueva integrante.

- Bueno, bueno, tú debes ser Lis - dijo mientras hacía que se sentara entre él y su mujer Fleur.

- Nos han hablado muchísimo sobre ti - habló la francesa.

George se sentó delante de ella, analizándola con la mirada. A cualquier indicio de agobio, la sacaría volando de ahí.

- Soy Bill Weasley, hermano mayor y ejemplo a seguir de George. Y ella es mi encantadora y preciosa mujer, Fleur. - Lis iba sonriendo a todos, intentando no entrar en pánico - él es Ron, hermano pequeño y la chica con la que habéis entrado es Hermione, su preciosa e inteligente novia la cual todos dudamos que se merezca.

Lis se tapó la sonrisa cuando escuchó la réplica de Ron y la risa de todos. Bill continúo presentando a Luna y a Seamus.

- A Ginny y a Harry tengo entendido que ya los conoces - Lis les saludó con la cabeza con cortesía y amabilidad - y por último, pero no menos importante, ¿conoces a George? - Lis y George se miraban sonriendo - está mal que yo lo diga porque es mi hermano, pero es un hombre inteligente, emprendedor, es de oído duro, pero se le coge cariño con el tiempo.

Lis soltó un ruido justo cuando se tapaba la sonrisa. George entendió que era el principio de una carcajada y sonrió con los dientes, mirándola con felicidad. Todos rieron.

- Entonces, tú eres Bill - contestó Lis al hermano, mientras asentía- El ginecólogo rumano de dragones. ¿O ese era otro hermano? - dudó.

A varios de los presentes se les salieron las bebidas de la boca, seguido de sonoras carcajadas, incluida la de su mujer Fleur. Lis miró sonriendo a Bill. Éste, sin palabras, miró a su hermano que también reía y le dijo:

- Cásate con esta mujer. La queremos a ella. Charlie y Fred se van a enamorar de ella en cuanto la conozcan.

La noche fluyó con armonía. George no podía pedir más. Lis encajó a la perfección con sus hermanos y amigos. Al principio, hablaba poco, pero dos copas de vino de sauco después se integró en varias conversaciones. Parecía relajada. Durante un rato también se les unió Jane que estaba con su pareja Julianna y se sorprendieron al ver a Lis tomando vino en un bar. En cuanto Bill se levantó para ir al baño, George no dudó en ocupar su espacio al lado de su preciosa mujer. Ésta hablaba con Fleur y Giny sobre dulces, cuando noto una mano en la rodilla. Miró al propietario. No sabía si era el vino, el ambiente o que esos labios gritaban su nombre, pero Lis no se avergonzó cuando se acercó a él y lo besó con ansias. El pelirrojo le devolvió el beso sediento de ella. Escucharon algunos uhhh e hicieron que se avergonzaran y parasen. George le susurró al oído, mientras le depositaba un beso en la mejilla:

- Me tiene hechizado, señorita Graham.

Todos bebieron, charlaron y bailaron de más. Lis y George bailaron pegados mientras se iban comiendo a besos, mientras sus hermanos y amigos reían. Pocas noches se recuerdan como la que se vivió ese día en el Caldero Chorreante, hasta que, a pesar de la negativa de sus clientes, tuvieron que cerrar. Salieron aún cantando la última canción, George tenía abrazada a Lis. El frío les golpeó a todos.

- Mira, están poniendo las luces de Navidad - señaló Hermione.

- Será mejor que me marche ya. Se ha hecho tarde- comentó Lis.

- ¿Quieres que te acompañe? - preguntó George.

- No, tranquilo, nos vemos mañana.

George le dio un beso recreándose.

- Déjala marchar ya, George. El truco está en dejarles con la emoción - dijo Bill, abrazado a su mujer.

- No seas malo - le recriminó ésta - hacen una pareja maravillosa.

- ¿Sois novios?- gritó eufórica Ginny, escuchándo únicamente las últimas palabras de la francesa. - ¡¡Yujuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!

George y Lis no sabían donde meterse, los dos estaban sonrojados. Él miró a Lis y se despidió. Ésta dijo adiós a todos con una sonrisa y desapareció. Cuando ya no estaba, todos gritaron y aplaudieron a George.

- Una chica de diez - comentó Harry.

- A Molly le va a encantar - dijo la francesa.

- Estoy tan feliz por tiiii - corrió Ginny a abrazar a su hermano.

- Espero que después de esto quiera volver a verme.

Harry concluyó la conversación con una sonrisa:

- Esa chica está tan enamorada de ti como tú de ella.

Lis llegaba a su casa pletórica de felicidad y vino. Pero con una ligera molestia. Aún sentía la mano de George acariciándole el muslo, subiendo y bajando. Estaba cachonda. Estaba muy cachonda y quería ponerle remedio cuanto antes. Llevaba conociendo a George un mes y estaba completamente enamorada de él. Y sabía que él lo estaba de ella. ¿Por qué no se comían ya? Antes de dormir, rememoró las caricias del pelirrojo por debajo de la mesa.


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Nota: me los imaginó bailando One of your girls  de Troye Sivan.

Cinnamon Cake (George Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora