Capitulo 15

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Ryuu

Flashback

Sentí como la sangre escurría por mi cuerpo, estaba bañada en sangre, me sentía sucia, tenia la horrible sensación de como la ropa se pegaba a mi piel por culpa de la sangre que estaba empezando a secarse, se supone que solo seria una persona a la que tenia que quitarle la vida, pero de un momento a otro, me sentí como un ser desarmado, matando a diestra y siniestra.

Miro hacia abajo y veo como las calles están abajo de mis pies, las personas parecen hormigas, y siento como el viento me golpea fuertemente, sintiendo como todo en mi baila salvajemente con el viento, incluso mis emociones.

Abro mis labios intentando decir algo, pero la voz no me sale, agarro la polera que tengo bajo mi chaqueta de cuero, y aprieto fuertemente la polera contra mi pecho.

Doy un paso atrás y grito tan fuerte como mi garganta lo permite.

No se que mierda me sucede, pero simplemente grito tanto como puedo, es tan liberador hacerlo, porque saco toda la mierda que me pasa, saco toda la mierda que siento y que me esta matando poco a poco.

Siento que todo en mi esta muriendo, y pienso que si grito y dejo salir todo, tal ves, solo tal ves pueda sobrevivir, a este maldito veneno que hay en mi putrefacta alma, que a pesar de que tengo la misma sangre que mi padre, mi madre, Guideon, y Bethuel, no soy como ellos, y siento que soy la única humana entre monstruos.

Caigo al suelo de trasero, con la respiración entrecortada, sintiendo arder mis pulmones, tapo mi boca, y comienzo a llorar con un maldito ataque de ansiedad, sintiendo como si me estuviera muriendo, siento que me falta el aire, y ya no puedo gritar, me he quedado sin fuerzas.

Odio ser tan humana.

Odio vivir con monstruos.

Odio ser yo.

Odio todo esta mierda.

Escucho como la puerta se abre, giro mi cuerpo para ver de quien se trata, mientras me quito las manos de mi boca y siento como mi cara ha sido empapada por mis lagrimas y fluidos nasales, y agarro el arma y apunto.

— Oh Wow! — Veo a Colley, saco el dedo del gatillo, sonrío sin ganas, sintiendo como mi expresión tiembla, a punto de romperme, mas de lo que ya estoy rota. — Preciosa... ¿Qué te han hecho? — Colley se acerca corriendo a mi, y no se porque, pero mi atención fue directo a su chaqueta que estaba arrugada, su camisa mal abotonada y sucia de algo rojo, mientras se acerca, puedo ver que esa mancha roja es labial y tiene la forma de una puta boca, y que su pantalón esta con la bragueta abajo y el cinturón esta abrochado en el lugar donde no debe abrocharse porque ese sitio hace que sus pantalones se sientan algo aguados de su cintura. — Dime preciosa, dime quien fue y lo hare pagar. — Siento como todo en mi se va a la mierda.

Se que esto es normal, Colley tiene veinte años, es líder de una mafia y es un hombre despiadado, que jamás se doblegaría ante nadie, que nuestra relación es mas contrato que alguna clase de sentimiento; se que es así, pero eso no quita el dolor que siento en mi corazón, eso no quita lo muy humana que puedo llegar a ser a veces, y eso también es normal, a penas tengo diecisiete años... Este maldito es... Mi primer amor.

— Deshacerse de los testigos luego de matar al objetivo... Mi padre dijo que no dejara a nadie vivo, y eso significa absolutamente nadie... Pero fue sin querer, esa mujer lo había escondido entre su cuerpo y yo, mate a un bebé... — Dije, con un nudo en la garganta, dejando que algunas lagrimas rebeldes se escaparan, no solo por las vidas que arrebate, sino porque...

Los ElegidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora