P A R A D I S E (Aidan y T/N)

Un Par Para Otro Par.

Aidan Gallagher.

Recibo la taza de café que T/N me ofrece, le agradezco y bebo un sorbo de la bebida caliente. Sus ojos me observan de forma curiosa, sé que quiere preguntarme sobre lo que ha ocurrido, pero prefiere respetar mi privacidad.

—¿Está bien? ¿Le hace falta algo más? —pregunta.

Le doy una sonrisa.

—Está perfecto, eres muy buena preparando café.

Ella se encoge de hombros.

—Digamos que trabajar en una cafetería te ayuda para algo.

Vuelvo a beber de mi café, con ella me siento tranquila y en confianza.

—El padre de Madd me llamó hace dos días —comienzo a decir —. Él sabe que su hija y yo ya no tenemos una relación, pero insiste en que volvamos y está dispuesto a todo por conseguir unirnos.

T/N se queda callada, escuchando atentamente y por eso sigo hablando.

—Ayer no pude asistir a nuestra cita porque en verdad tenía que resolver un asunto, quisiera decir que ese asunto no tiene tanta importancia, pero la realidad es que podría hasta afectar a las personas que quiero.

No mentía con lo que decía, a mí no me importaba si hablaban de mí o no. La cuestión aquí, era que también relacionarían a gente cercana a mí y no iba a permitir que se metieran con ellas e hicieran de su vida un lío.

Eso incluía a T/N.

Recordaba muy bien la conversación que había tenido con el señor Mark.

—Necesitamos hablar sobre tu relación con Madd.

Suspiré, este hombre parecía no querer entender las cosas.

—No hay mucho de que hablar, su hija y yo rompimos —le recuerdo —. Cada quien hace su vida, puede estar tranquilo por eso.

—Esa es la cuestión, Aidan —contradijo —. No estoy tranquilo, sé que a Madd le duele, pero prefiere no decírtelo porque te ama y hará lo que sea por verte feliz.

Quería reírme, no iba a permitir que me chantajeara con eso.

—Señor, no quiero sonar grosero, pero está equivocado —aseguré —. Madd y yo estamos bien, somos buenos amigos y...

—¿Qué hizo ella?

Arrugo mis cejas.

—¿Qué?

—Sí, dime que hizo mal mi hija para que decidieras terminar con su relación —dice y yo no me creo que esté preguntando eso —. Debe haber un motivo, puedo arreglarlo si me lo permites.

No puedo evitar reírme de manera irónica, está haciendo responsable a su hija de todo.

—Escuche, ella no hizo nada, es asombrosa y yo simplemente no soy el indicado para Madd.

—Vamos, Aidan. Eres el yerno perfecto, no digas eso.

—Debe estar del lado de Madd, no hacer lo que está haciendo ahora —digo —. Agradezco que se preocupe, pero no necesitamos que se meta en esto.

—Aidan...

—Madd es mi amiga, eso jamás cambiará y...

—¡¿Y crees que voy a conformarme con eso?! —explota, sacando su verdadero lado —. ¡No voy a perderte como yerno! Madd y tú deben permanecer juntos, deben casarse.