。・゚・Capítulo 13・゚・。

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Las casas de las colonias aledañas a la mía están atiborradas de luces navideñas, pinos hechos con tablas o pinos naturales decorados con escarcha o guirnalda navideña, esferas navideñas o taparroscas de algún refresco colgados asimétricamente. La vibra es bastante nostálgica.

—¿Entonces nunca cae nieve aquí? —pregunta intrigado Kiki, mientras lame su cono de chocolate.

El semestre ha terminado finalmente y con ello diciembre nos recibe... de la forma menos navideña —estereotipicamente hablando—. Si bien, en la época invernal hace frío, realmente no se compara con otros estados. Incluso en el mismísimo estado, hay municipios como Galeana que se cubren de blanco para estas fechas debido a la altura en la que se encuentra.

—La última vez que nevó fue en 1997. Por lo general en navidad hace calor y en año nuevo frío —comparto la información.

Estamos los cinco en el parque de la colonia, rechinando los columpios oxidados mientras comemos helado. El viento se siente fresco, pero no al grado de tener que usar chamarra. Es el clima perfecto.

—¿No te gustaría ver la nieve? —esta vez Lee se dirige a mí.

—Obvio —respondo a la par que intento maniobrar mi agarre en el columpio, pero mi helado cae inevitablemente al suelo, llenándose de tierra —. No, mi nieve —hago puchero porque aún le quedaba mucho por terminarse.

Kiki y Min se ríen a carcajadas, pero el karma les llega instantáneamente que también tiran sus conos al suelo. Esta vez yo me rio de ellos, por pendejos. Y por esa misma razón limpiamos nuestro tiradero para depositarlo en el único bote de basura del parque.

Cuando regreso a mi lugar, Wonho se acerca a mí y me tiende su helado de nuez con dulce de leche. Siento las miradas del resto por dicha acción y me pongo nerviosa. No me gusta sentirme percibida por los demás por tiempo prolongado. Rechazo su oferta, pero me abre la mano para poner el cono en tal.

Prefiero no decir nada y comienzo a lamer el helado que está empezando a derretirse de los costados. El resto de los chicos se encuentran silenciosos que hace que se me crispen los nervios.

—Guau, ¿qué pasó con Grisy Grisy? —exclama con fingida consternación Lee —. ¿Dónde quedó la violencia verbal?

Tomo un poco de su nieve en mis manos y se lo embarro en la nariz, riéndome de su rostro.

—Ahora es violencia física —le guiño el ojo y vuelvo a mi asunto.

A decir verdad, han pasado tres semanas desde que me disculpé con Wonho por haber sido una gran idiota. Mismo día que me enojé por sentirme señalada debido a mis traumas inatendidos. Desde entonces no hemos vuelto a tocar el tema. Pero de poco a poco he mostrado más afecto, que probablemente ellos no noten, pero para mí es el mayor de los esfuerzos.

—Los milagros navideños existen —señala Min, uniendo sus palmas de forma religiosa y mirando al cielo.

↠↞

El 24 de diciembre hace su entrada triunfal. Mi alarma suena más fuerte de lo normal y bloqueo el celular para dormir cinco minutos más. Mi madre termina levantándome con un chanclazo, alegando lo floja que soy incluso en fechas así. De mal humor termino bajando para ayudarle a dejar la casa impecable, pues nuestra casa es el punto de reunión para los cuatro asiáticos.

Para las cinco de la tarde me doy un baño rápido. Tengo menos de cuarenta minutos para vestirme y maquillarme, pues todavía falta preparar los frijoles charros. Tomo de mi armario una falda de cuero sintético que me llega a la mitad de los muslos y una térmica color vino tinto. Dejo que mi cabello seque al natural y me hago un delineado con los colores de mi atuendo.

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⏰ Última actualización: Dec 24, 2023 ⏰

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unfortunate ; lee hoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora