Remember me ˖ ♡ ₍ᐢ..ᐢ₎ HAOBIN

II.

𖡼𖤣𖥧𖡼𓋼𖤣𖥧𓋼𓍊

Los días se hicieron semanas y conforme avanzaba el verano, el vínculo entre ambos era cada vez más fuerte.

El día era tranquilo, bastante frío a pesar de ser verano, a lo lejos se podía escuchar el cantar de los pájaros y los pequeños rayos de sol se asomaban a lo largo del terreno haciendo brillar los cabellos de aquel chico pelirrojo que esperaba en una de las bancas de aquel lugar.

Un par de ojos marrones observaban a lo lejos como los pequeños rayos de luz resaltaban aquellos destellos rojitos, como su nariz se encontraba un poco roja por el frío y la felicidad que transmitían sus ojos mientras miraba las nubes en el cielo, deseando poder ver esa bella escena una y mil veces más.

Hanbin camino lentamente hacia donde se encontraba Hao quien aún no se percataba de la presencia del castaño.

- Hao - hablo Hanbin tomando del brazo al pelirrojo.

- ¡Bini llegaste!

- ¿ Esperaste mucho? - respondió tímido mientras tomaba asiento a un lado de Hao.

- Llegue hace algunos minutos

- Me alegra no haberte hecho esperar tanto

- A mi me alegra que estés aquí - respondió Hao tímido mientras el castaño lo tomaba de la mano para dirigirse al área de juegos.

- Haohao vayamos a la resbaladilla

- Pero está muy alto - dijo Hao haciendo un puchero para que Hanbin cambiará de opinión

- Por favor, te prometo que será divertido

- Pero es que está muy alto y me da miedo

- Te prometo que estaré esperando abajo cuando sea tu turno y no dejaré que te pase nada - respondió Hanbin tomando ambas manos de Hao haciendo un par de pucheros para convencer al pelirrojo de subir.

- Si me miras con esos ojos como se supone que te diga que no

- Ese era el punto de echo jaja

Ambos caminaron hasta llegar a la resbaladilla siendo Hanbin el primero en subir para poder esperar a Hao mientras era su turno.

- Bini está muy alto, mejor regreso por las escaleras - grito Hao para que Hanbin pudiera escucharlo desde abajo.

- No tengas miedo Hao, te prometo que no dejare que te hagas daño

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo, confía en mi - respondió Hanbin provocando un ligero sonrojo en las mejillas de Hao.

Cerro los ojos y respiro profundo antes de soltarse por completo para poder deslizarse, sin poder recordar que tenía que frenar un poco para no ir tan rápido.

- ¡ Bini haste a un lado! Vamos a chocar - grito Hao haciendo señas para que Hanbin se quitará sin éxito algo.

- Te tengo - dijo Hanbin mientras tomaba a Hao entre sus brazos antes de caer al suelo por el impacto.

- Te dije que te quitarás - esclamo Hao enojado sin percatarse que se encuentra sobre Hanbin.

- y yo te dije que no dejaría que te pasará nada

- Eso no es justo, siempre te sales son la tuya - provocando una pequeña risa de parte del castaño mientras aún se encontraba sobre de el.

- ¿Te han dicho que pesas demasiado?

- ¿ Con que peso demasiado? ¿Que tal ahora? - hablo Hao dejando caer todo su peso sobre Hanbin, quien comenzó a hacerle cosquillas para que se quitará.

- Eso no se vale - decía Hao entre risas siento el ahora quien se encontraba en el suelo. - Está bien tu ganas.

Después de la pequeña sesión de risas ambos se sentaron a un lado del otro mientras observaban el lugar, hasta que Hanbin comenzó a hablar nuevamente.

- Hoy no iba a venir pero le rogué a mi mamá para que me dijera venir a verte

- Perdón si te cause problemas - respondió Hao tímido mientras bajaba su cabeza.

- No te preocupes, de echo vine a invitarte a mi casa - provocando que Hao lo mirara con sorpresa.

- ¿ A tu casa?

- El día de hoy haré galletas con mi mamá así que le pedí permiso para invitarte, claro si tu aceptas.

- Si si me gusta, pero necesito ir a decirle a mamá - hablo Hao emocionado

- Vamos yo te acompaño - respondió Hanbin con la misma emocion mientras se levantaba para darle la mano a Hao.

Ambos salieron del parque y caminaron hasta la casa de Hao la cuál se encuentra a cuatro casas del parque, era una pequeña casa de un piso bastante acogedora y con una gran jardinera en la parte de afuera con flores de todos los colores.

Abrieron la puerta de la casa y escucharon una voz que parecía provenir de lo que era la cocina.

- Hao cariño ¿eres tú? ....