IV

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‧₊˚☁️⋅♡𓂃ִֶָ࣪☾。

El reloj marcaba casi las cuatro, había llegado la hora de despedirse y aunque ninguno de los dos estaba listo para dejar de jugar, sabían que al otro día volverían a verse una vez más.

El clima era fresco y el sol aún podía verse entre los árboles, las hojas se movían de un lado a otro, los pájaros cantaban y los caminos que hace un par de horas eran desiertos ahora estaban siendo transitados.

El día había sido perfecto, quizá el mejor día de todo el verano y aquellas manos que por la cercanía se rozaban, nuevamente terminaron entrelazadas. Y no... No era la primera vez que tomaban su mano pero había algo que lo hacía diferente y aunque ninguno de los dos sabía que significaba, disfrutaban de esa sensación que les provocaba.

La caminata que había dado inicio en aquel portón negro, había finalizado frente a la entrada principal de los Zhang.

El camino para ambos había sido más corto que hace un par de horas y aunque ninguno de los dos quería despedirse aún, Zhang Hao fue el primero en hablar.

- Creo que hemos llegado, me divertí mucho hoy - Zhang Hao soltó la mano de Hanbin y dió un par de pasos para quedar frente a el.

- Me alegra que lo hayas disfrutado, toma traje algunas galletas para que las compartas con tu familia - extendiendo su brazo hacia el con una canasta.

- Muchas gracias Bini

- No me lo tienes que agradecer Haohao, ahora entra está empezando a hacer frío.

- Mañana nos volveremos a ver ¿verdad?

- Si ahí estaré - respondió tímido

- Está bien adiós Bini, adiós señora Sung gracias por invitarme - haciendo una pequeña reverencia hacia la mayor.

Zhang Hao dió media vuelta aún con una gran sonrisa en su rostro y abrió aquella puerta frente a el.

...

Madre he hijo caminaron de regreso a casa disfrutando del paisaje, Hanbin escuchaba lo que su madre le decía pero no estaba del todo presente, tenia mil dudas que divagaban en su cabeza y no sabía como decirlas, así que después de tanto pensar por fin decidió hablar.

- Mamá - dijo tímido

- Si cariño

- Te puedo hacer una pregunta

- Sabes que si - sonrió

- ¿ Cómo supiste que querías a papá? - Hanbin pregunto tímido

- Mmm..., cuando conocí a tu papá me convertí en un manojo de nervios, me temblaban las manos y mi corazón latía rápido, pero también cada vez que estaba con el me sentía segura, me hacía sentir feliz y cuando descubrí mis sentimientos hacia el fue aterrador pero decidí arriesgarme.

- ¿ Y papá sentía lo mismo que tú?

- Posiblemente pero cada persona es diferente, así que tal vez no sea lo mismo para el, deberías preguntarle cuando lo veas - sonrió

- Mamá ¿ Está mal que yo sienta eso por Hao?

- ¿ Cómo dices cariño? - pregunto sorprendida

- Cuando estoy con el mi corazón late muy rápido y mis manos sudan, cuando lo veo triste quiero abrazarlo hasta que esté mejor, me gusta ser el motivo por el cual sonrie pero tengo miedo de no volverlo a ver, me gusta pasar el rato a su lado y que me hable de las cosas que le gustan, me gusta ver cómo sus ojitos brillan cada que algo le emociona y como toma mi mano cada que caminamos, también hace que mi estómago sienta cosquillas y eso me aterra.

Hanbin comenzó a sentir como lágrimas caían por sus mejillas a medida que hablaba de lo que sentía, mientras su madre lo tomaba entre sus brazos para tranquilizarlo y poder escuchar correctamente lo que decía.

- No llores cariño, todo está bien.

- ¿No estas enojada conmigo? - murmuró tímido.

- No tengo por qué enojarme contigo Bini, soy tu madre y me importan tus sentimientos, jamás me enojaría por algo así.

- ¿Y si papá se enoja? - cuestionó con un puchero

- No cariño y si es así lo voy a regañar muy feo.

- Te quiero mamá

- Yo también cariño, no tengas miedo todo va a estar bien - dando pequeñas palmaditas en la espalda de su pequeño

- ¿ Puede ser un secreto entre tu y yo? - cuestionó Hanbin secando sus lágrimas con la maga de su suéter.

- Si es lo que quieres, mamá guardará el secreto hasta que estés listo -sonrió - ahora vamos a casa.

Su corazón se sentía más tranquilo y las dudas en su cabeza se iban dispersando, aún tenía miedo pero ahora podía ser valiente, tenía a su madre a su lado y ella estaría siempre cuidando de el.

Ambos caminaron lo que faltaba para llegar a casa disfrutando de la compañía del otro, compraron helado y se tomaron un descanso en aquel parque que Hanbin conocía a la perfección, sin imaginar que había alguien en casa esperando su llegada...








Hola Hola! Muchas gracias
a las personitas que se toman el
tiempo de pasar por aquí, disculpen la
demara pero he estado algo ocupada,
en los próximos días subiré dos
capítulos seguidos.
Nuevamente gracias, estoy
feliz de que interactuen
con mi historia (>᎑<๑)/ ♡

Remember me ˖ ♡ ₍ᐢ..ᐢ₎ HAOBIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora