Capítulo 8

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EN EL CLUB DE TEATRO

Todos los que faltaban por inscribirse en los clubs hacían filas para registrar sus nombres y apellidos en una planilla de inscripción.

Había clubs de deportes, computación, danza, dibujos, literatura, artes marciales, repostería, teatro, fotografía y manualidades.

Con tantas opciones, Juan y Santiago seguían buscando en cuál grupo encajar.

— Cielos, ¿Son todos los grupos que hay?

— No hay nada que me pueda llamar la atención.

— Creo que debieron planificar esto antes de introducirlo aquí.

En ese momento había un profesor gritando: "¡Computación! ¡Computación! ¡Ya quedan pocos cupos!

Juan vio la oportunidad de formar parte del club.

— ¡Vamos, Santiago! Únete a nosotros, estaremos con Yenn y Pablo.

— Okey, te sigo.

Cuando corrieron para ir a llenar la planilla, Santiago se detuvo al ver a alguien que le parecía importante.

Era una chica que estaba llenando también la planilla y estaba con sus amigas en el club de teatro. No se trataba de nada menos que Valeria, la nueva estudiante.

— Valeria.

Juan finalmente llegó, y tomó un lápiz para escribir en la hoja de registro. Creyendo que Santiago estaba a su lado, volteó y vio que él estaba parado mirando.

— ¡Santiago! ¡Santiago!

Pero él no respondía, y esto preocupó mucho a Juan.

— ¡¿Qué está haciendo él ahora?!

No paraba de mirar a Valeria, además, era una oportunidad única de estar con ella en el mismo club, sin importar si era de su agrado o no.

A pesar de todos sus esfuerzos, su amigo no paraba de llamarlo.

— ¡Santiago!

— ¿Eh?

El volteó para ver a Juan.

— ¡Ven a inscribirte!

Ahora estaba la parte más difícil, tenía que tomar una decisión, pero el deseo de estar con Valeria estaba por encima que el de los suyos cuando expresó lo siguiente:

— Juan, quédate. Yo me voy a inscribir en teatro.

— Debes estar bromeando.

— ¡Suerte! — le agitó la mano despidiéndose.

Juan puso una expresión facial seria, agitando la cabeza cuando este volteó.

Santiago llegó a la mesa donde estaban inscribiendo.

— Disculpe, yo también me vengo a inscribir.

Valeria estaba enfrente de él cuando llegó, ella se alegró de verlo cuando le sorprendió que estarían en el mismo club.

Cuando Santiago terminó, se dirigió a Valeria para hablar con ella.

— Hola — saludó con una sonrisa.

— Hola — Saluda Valeria con una sonrisa.

— Vine aquí, porque no había otro club en donde estar.

— Ya veo, aunque si te soy sincera, no me gusta para nada la teatralidad.

— ¿De veras?

— Nunca me llamó la atención, tengo mucho miedo escénico. Dime, ¿También te gusta? ¿Eres experto en ello?

Friends At School: Una Declaración No CorrespondidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora