Capítulo 13

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NOCHE DE KARAOKE

El sol se había ocultado cuando el grupo con el que andaba Santiago había llegado a un local de bebidas y karaoke.

Ese local era conocido por nombre: Day Party Club donde llegaba gente y compraba de todo y se ponían a cantar canciones.

Este local tenía asociación con la discoteca Babylon, una de las mayores discotecas mayormente visitadas en la ciudad.

Los presentes en este local eran, Jeremy, Tiffany, Valeria y Santiago. Ellos se sentaron en un sofá para esperar sus pedidos y otros chicos que estaban por venir.

― Me encanta este lugar.

― Jeremy, de verdad eres el indicado para matarnos el aburrimiento.

― ¡Gracias chicas! Es mi estilo.

― Ja, ja, ¿tú qué opinas Santiago?

Pero él no había escuchado porque estaba preocupado por la hora, eran las 7:30 p.m. y debía estar en casa en este instante.

Él había recordado lo que su madre le mencionó aquella noche que se fue de viaje: "Y recuerda, nada de estar llegando tarde a la casa".

― ¡Santiago!

― ¿Eh? Oh, disculpa.

― Oye, ¿Qué te pasa? Luces muy inquieto.

― Es que son las 7.

― ¿Y?

― ¿No deberíamos de estar en nuestras casas en este momento? Digo, yo no debería estar aquí, es muy tar...

― ¡AH! ¡No seas aburrido! ¡Aquí vinimos a disfrutar! Tu mamita no dirá que estuviste haciendo algo malo.

Él se quedó en silencio y Jeremy al ver la escena comenzó a burlarse de él.

― ¡Oh, pobrecito! ¡Está preocupado porque su mami lo regañe!

― ¡No es cierto!

Todos se rieron hasta que él les siguió el juego.

Después de lleva rato esperando, llegaron los invitados, eran dos chicos que estudiaban en la misma escuela solo que ellos nunca asisten y cuando lo hacen, arman un escándalo en las aulas de clase.

Uno de ellos se llamaba Erick Filio apodado por muchos "Snack" ya que siempre llevaba chucherías y el otro era Carlos Portillo ambos eran de origen venezolano también.

― ¡Hola, chicos!

― ¡Carlos, Snack! ¡¿Qué tal todo?!

― Debían habernos visto esta mañana, saboteamos todo el salón de clases, no dejamos ni un rincón sin papeles.

― ¡No juegues, Carlos! Si me hubieran visto, compré queso derretido y comencé a restregarlo en la cara de todos.

― ¡Guao! ¡Estuvo súper!

― Sí, Valeria, hubiera sido genial si estuvieras ahí.

― Yo no podía, mi amiga no me dejaba.

― ¡Ah! O sea que para tener que salir contigo debemos pedirle permiso a tu amiga.

― ¡Asimismo es!

― Fenomenal.

― ¡¿Y quién es el chico nuevo?!

Al preguntar eso, Santiago observaba su comportamiento y su vestidura, no parecían ser chicos de la alta sociedad, más bien, eran más chicos de barrio.

Friends At School: Una Declaración No CorrespondidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora