Friends At School: Una Declaración No Correspondida

Capítulo 10

MI PRIMER BESO

El día jueves, Santiago busca conversación con Valeria al encontrarla con su amiga Tiffany.

Ellas estaban hablando hasta que llegó y se interrumpió la conversación entre ellas.

— ¡Hola, buenos días!

— Hola, corazón. ¿Cómo has estado?

Esto dejó muy asombrado a Santiago con esa palabra.

— Muy bien.

Tras interrumpir su conversación, Tiffany estaba con una cara de pocos amigos.

— ¡Vaya! ¿No tienes a alguien más que molestar? ¿Verdad? Es muy raro que no estés con tus amiguitos que tienen la misma rareza que tú.

Esto no molesta a Santiago, ya que desde que comenzó las clases, Santiago se adaptó rápido a su actitud negativa hacia él. Aun así, quiso defender a sus verdaderos amigos.

— Para tu información, no son raros y segundo yo no soy raro.

— Acostúmbrate a aceptarlo.

— Oigan, ¿Qué sucede? ¿Por qué están peleando? — Preguntó Valeria con tranquilidad.

— Digamos que desde que empecé las clases, tuve que adaptarme a su actitud.

— Y yo a la suya.

— Pero no es la forma de arreglarlo. Además, no me gustó Tiffany, Veo que Santiago es muy buena persona para que tú lo critiques. Además, insultante a sus amigos. Ni siquiera sabes si tiene amigos.

— Eh... si los tengo y estudian con nosotros.

— ¡En serio! Interesante, no he tenido de conocer a los demás compañeros.

— Oh, quizás te los presente, en este momento están en la biblioteca. Deben estar estudiando.

— Sería grandioso.

— ¡Hey, chicas!

— ¡JEREMY!

Jeremy era el mejor amigo de Valeria y de Tiffany, además es primo del exnovio de Valeria, Bruno y también era su compañero en el club de teatro solo que no asistió ese día. A pesar de los problemas tienen el mismo trato del uno del otro desde hace años.

— ¿Por qué no asististe al club de teatro?

— Es que me invitaron como siempre.

— Genial, hubiéramos ido contigo.

— Oigan, chicas. ¿Qué hacen aquí?

— Estamos esperando a que nos saquen de esta prisión.

— Oh, no se preocupen. Pueden contar conmigo.

— ¿Y qué plan tienes?

— Bueno, digamos que consta de hacer algo a escondidas.

— ¡Ah! ¿Fugarnos?

— Ajá.

— ¡Grandioso!

— Alto, ¿De qué hablan?

Valeria se tomó la molestia de presentar a Jeremy a Santiago.

— Un gusto, soy Jeremy.

— Un gusto también... Soy Santiago.

— Oye, papi. Ya que formas parte del club, te invito a fugarte en este muñecón nosotros.

— ¿Y a dónde vamos?