¡Una semana! Una semana interminable. El tiempo parecía dejar de fluir. Cada miserable segundo rallaba lentamente tus tensos nervios.
Una tortura.
Y entonces, misericordiosamente, se te concedió un segundo de libertad.
Desmaterializarte en el salón de Grimmauld Place, sin embargo, no fue la más brillante de las ideas.-¡Severus! ¿Qué haces aquí?- Lupin, desde la mesa de la cocina, te miró con curiosidad, con el chaleco metido por encima del pijama y unas viejas zapatillas gastadas en los pies.
A su derecha Sirius te miraba fijamente, ¿era incertidumbre o terror lo que leías en sus ojos?.
-Era mi obligación comprobar que aún no habías fallecido- Ocultándote tras la amargura que llevabas como si una máscara te ocultara una vez más.
-Estoy bien, como ves y gracias a ti. No sé para qué he venido, pero doy gracias al cielo- Una sonrisa sincera aderezó sus palabras, pero no pudiste olvidar la bestia que se escondía tras su trato cortés. Nunca le habrías considerado más que un monstruo.-¡Era mi intención preservar mis nervios! No voy a aguantar a un grupo de Gryffindors afligidos si puedo evitarlo- Lupin sonrió aún más. ¿Qué le pasaba a aquel hombre?.
-¡Ya basta Sni...snivellus! Está bien, ya lo has visto. Ahora vete- Sirius, no tenía valor para mirarle, pero había dudado mientras pronunciaba el odioso apodo. "¡Pagarás por esto, perro!". ¡Ya tenías un par de buenas ideas!
Sirius ya te estaba empujando hacia la chimenea y sus labios deletreaban "lo siento" con una mirada ardiente que te había dejado con mariposas en el estómago.
Intentar volver te había parecido una idea poco saludable, habías esperado a la luna llena.Un mes desde su último encuentro. Nada te iba a alejar de allí. Ni siquiera si la marca negra había empezado a arder como el infierno.
Sirius también parecía haber tenido la misma idea que tú, pues lo encontraste en la cocina, frente a la mesa puesta.
-Pensé que... podríamos cenar juntos si... ¡pero habrás comido en Hogwarts!" Tenía un aspecto extraño, los ojos bajos, las mejillas apenas teñidas de un suave rosa.
¿Qué estaba pasando? ¿Era esto una especie de... cita? ¿Te estaba cortejando?
No sabías qué pensar, ni cómo te hacía sentir, pero el perro avergonzado era un espectáculo demasiado sabroso para dejarlo pasar aunque te obligara a posponer tus planes para la noche.
-Es una propuesta aceptable- Además... la anticipación habría amplificado el placer.
El ambiente era tenso, ninguno de los dos sabía cómo comportarse, nada los unía salvo el sexo.
A mitad del segundo plato, viéndote juguetear con la comida, buscando en el plato algún tipo de conversación, Sirius pareció hartarse.
-¡Esto no funciona!- ¿Qué esperaba?
No eras una de sus amigas charlatanas, la única persona a la que considerabas amiga se había ido hacía muchos años y no había estado a tu lado ni siquiera antes de eso. Definitivamente estabas fuera de práctica con esas cosas.
¿Qué habría pasado ahora? ¿Te habría rechazado por ser tan antisocial?
Con un movimiento de varita la mesa había quedado vacía.
En el estante vacío Black había depositado una única porción de tarta de chocolate, metió un dedo en ella y se la llevó a los labios chupándola con una expresión que era de todo menos casta.-¿Qué demonios haces Black, de donde vienes no se usan tenedores?- le ladraste al chucho que por segunda vez metía el dedo en el glaseado y luego te lo ofrecía.
-¡Vamos Snape, diviértete un poco! Seguro que nunca te lo has comido así- ¡Claro que no! ¿Por quién te toma? ¿Por un troglodita como él?
Pero el glaseado brillante y glotón olía tan tentador bajo tu nariz y además, había tantas experiencias nuevas que estabas teniendo en esos días, cosas que ni siquiera habías pensado en hacer, y todas habían sido tan satisfactorias.
Sin pensarlo demasiado, te inclinaste para llevarte su dedo a la boca y chuparlo con avidez.
La crema sabía a chocolate y a transgresión. Nunca habías probado nada tan eróticamente satisfactorio y luego la cara de asombro de Black... valdría la pena sólo por eso.-¡Por Morgana! Lo has hecho de verdad!-, comentó, con la voz entrecortada como si estuviera demasiado excitado.
Tu boca subía y bajaba por su dedo, chupándolo, mientras tu lengua lamía cada milímetro de piel en busca de pequeñas migajas de dulce.
-¡Sólo eres capaz de hacerme correr así!- suspiró a escasos milímetros de tus labios, deslizando el dedo de tu boca para besarte con transporte.
-¡Eres tan bueno!- pronunció finalmente, separándose de ti para volver a mojar los dedos en el chocolate y untarse los labios.
Un parpadeo divertido cruzó tu mirada.
Así era como ibas a terminar aquel trozo de tarta, pero en realidad no sentía la necesidad de usar cubiertos, quizás porque mientras tanto Black había decidido sumergir otra parte de su anatomía en el glaseado.
¿Cómo hacía para que su polla pareciera aún más deseable? Te preguntaste mientras caías literalmente de rodillas a sus pies.
![](https://img.wattpad.com/cover/359002068-288-k591910.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Black soul
Fanfiction¿Qué pasa a puerta cerrada? Cuando las luces se apagan y sólo queda la soledad como espectador silencioso e indefenso. Dos almas solitarias, dos hombres unidos por un sentimiento indisoluble. Dos vidas pasadas en expiación. Dos almas que, por un mom...