Te dormiste casi contra tu voluntad. Por supuesto, hasta unos días antes, nunca habrías elegido dormir con Black entre sus brazos. Sin embargo, despertar con sus labios alrededor de tu ardiente sexo se sentía tan bien.
Cuando le tiraste del pelo hacia atrás fue casi una caricia, y la mirada que te dirigió Sirius estaba llena de una dulzura de la que no le habrías creído capaz.
-Diría que hemos encontrado el uso óptimo de tu boca- Sirius resopló divertido, y resultó ser extremadamente placentero.
Te abandonaste sobre las almohadas, con la intención de dejar que tu amante se ocupara de ti y te dejaste hundir en el placer.
Un ruido al pie de la escalera te hizo llamar la atención de un salto.
-¿Esperas a alguien?- Sirius se encogió de hombros.-Si...rius La voz áspera e insegura del lobo vino a romper su intimidad. Un beso en la punta de su nariz.
-Voy a ver qué quiere, espera aquí y te dejaré salir en cuanto se haya ido a dormir- Y salió, dejándote solo en la cama deshecha y aún húmeda por sus fluidos.
Tenías que vestirte rápido, no tenías intención de que te pillara el hombre lobo semidesnudo en la cama de su amigo. Rápidamente te pusiste los boxers y los pantalones, pero no tuviste tiempo de abrochártelos cuando Sirius, con el rostro pálido y angustiado, regresó.
Parecía inseguro.- Sev... ¿Podrías... podrías ayudarme?- Habías cogido la camisa al vuelo, deslizándotela mientras bajabas las escaleras. Y de repente la decencia ya no significaba nada para ti, ante el espectáculo de Lupin medio muerto desangrándose en la alfombra del pasillo.
Dudaste un momento, era Lupin, el monstruo que casi te había matado, el amigo de Potter que nunca había detenido a tu verdugo, a pesar de estar en posición de hacerlo.
Le odiabas.
Querías verlo muerto.
Pero allí estaba Sirius, mirándote con esperanza, Sirius que te había pedido ayuda, Sirius aferrando a su moribundo amigo contra su pecho.-¿Qué demonios le ha pasado?- habías preguntado. Lupin estaba tan cubierto de sangre que no podías distinguir donde estaba herido. -Hay que quitarle la ropa, ayúdame- Mientras Black lo desnudaba empezaste a recitar tu letanía, moviendo tu varita en lentos círculos sobre las heridas que poco a poco se iban revelando a la vista.
Su cuerpo exhausto estaba cubierto de mordiscos y arañazos profundos que sangraban profusamente. Por suerte el hechizo estaba funcionando y poco a poco Lupin volvía a la vida.
"¡Alguien cercano a Potter! A eso se refería".
Ahora el plan del Señor Tenebroso se desarrollaba ante tus ojos pero estabas demasiado distraído por la absurda felicidad que Sirius te hacía sentir como para darte cuenta de cuál era tu deber y ahora podría ser demasiado tarde.
Si Potter se hubiera enterado de que Lupin estaba en peligro nadie habría podido predecir las tonterías que se le habrían ocurrido.-Tengo que irme- decretaste, levantándote. Tenías que correr a Hogwarts, control de daños, con la esperanza de que no fuera ya demasiado tarde.
"¡Merlín, por favor, no dejes al chico fuera de la protección del colegio!".
-¡No! no puedes dejarlo así- Sirius te miró herido, y su mirada dolió más de lo que hubieras imaginado.
-Está fuera de peligro, solo necesita descansar y tomar algunas pociones que no tengo aquí conmigo, así que si me lo permites- Así tal vez te hubiera dejado ir, en cambio Sirius te tomó de la mano.
-¿Volverás inmediatamente?- Mentir te habría garantizado una salida sin consecuencias pero, incomprensiblemente, ya no te era posible.
-Yo... tengo que hacer algo antes, pero lo haré en cuanto pueda- la expresión de Sirius se volvió dura.
-¡Lo sabía! No has cambiado nada, ¡todavía guardas rencor por cosas que pasaron cuando éramos niños! Cómo puedes dejarlo así- Su voz había perdido toda dulzura, toda seducción, todo volvía a ser como antes.-¿Cómo no puedes entenderlo?- gritaste, antes de darte cuenta. -¿Qué sentido tendría atacar a Lupin si no es para llegar a Potter?- Sirius pareció congelarse.
-¡Harry!- Murmuró. -Tengo que ver si está bien, tengo que ir a verle- ¿Estaba loco? ¿A dónde creía que iba? ¿No estaba Potter ya haciendo cosas sin sentido?
-No, espera. Yo me encargo- Le ordenó, reteniéndolo por la fuerza. -No puedes entrar en Hogwarts y luego tienes que ocuparte de Lupin. Llévalo arriba, intentaré volver en cuanto pueda- Black pareció calmarse.
-¿Volverás?- ¿Qué estaba pidiendo en realidad? Era un compromiso lo que buscaba de ti? Le miraste a la cara.
Si unas semanas antes te hubieran dicho que estabas considerando semejante oportunidad habrías flipado, pero ahora, después de todo el dolor, toda la alegría, toda la pasión, sólo cabía una respuesta.
-Sí, volveré contigo- Y esas palabras te acompañaron hasta la chimenea.
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Black soul
Fanfiction¿Qué pasa a puerta cerrada? Cuando las luces se apagan y sólo queda la soledad como espectador silencioso e indefenso. Dos almas solitarias, dos hombres unidos por un sentimiento indisoluble. Dos vidas pasadas en expiación. Dos almas que, por un mom...