Eres tú...

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- El destino y sus direcciones
te traen de vuelta a mí... Siempre.
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Residencia Manoban

La situación con la tailandesa iba de mal en peor. Había pedido un Uber que la llevó directamente a su casa, consciente de que su madre la estaría esperando. Entrando en la residencia con furia, esquivó a todos los guardias que intentaban detenerla. Subió rápidamente al despacho de la mansión, perseguida por estos.

Sabía que su madre siempre estaba allí. Abriendo las puertas con furor, se encontró con la mayor sentada en el escritorio revisando algunos papeles. La menor no lo pensó dos veces para irrumpir. Su madre por el ruido levantó la mirada y ambas después de un tiempo se encontraron cara a cara.

-¿Nunca aprendiste a tocar la puerta? -preguntó su madre con mirada indiferente.

-Lo sentimos mucho, mi señora. -se disculpaban los guardias por la intromisión de la menor. Estos querían someterla, pero Lisa no se dejó.

-Quiero que nos dejan solas. -ordeno la mayor y así lo hicieron, con una reverencia todos se retiraron cerrando la puerta.

Solo quedaron ellas dos, Lisa sentía cómo le hervía la sangre por el enojo, el despecho no la dejaba tranquila. Había depositado su última pizca de fe en una relación que parecía tener futuro, pero por culpa de su madre todo se había arruinado.

Por su parte, La mayor podía deducir por qué su hija había aparecido después de tanto tiempo; tenía días sin verla y su presencia por cuenta propia no indicaba nada bueno.

La menor sacó de su bolsillo el papel que Chaewon le había dado y lo tiró con rabia sobre el escritorio. Su madre la miraba atentamente, reconociendo bien ese papel.

-Sabes... fue muy vergonzoso para ella. ¡No debiste hacerlo! -La menor rompió el silencio, con toda la impotencia que sentía.

-Yo solo trataba de ayudarla ofreciéndole algo de dinero. -justificó su madre, restándole importancia. -¿Qué tiene de malo? Se nota que lo necesita.

-Para tu información, es la primera vez que deseo a alguien en toda mi vida. ¿No puedes dejar, por una vez, que sea yo quien decida? Siempre tienes que involucrarte en mi vida. Crees que la arreglas, pero solo la arruinas cada vez más. -A Lisa se le comenzaba a cerrar la garganta.

-¿Decidir qué? -devolvió la mayor. -¡No puedo entender cómo puedes desear a una mujer como ella! ¡Tú eres Lalisa Manoban, la heredera y futura aliada del grupo LVMH! Ni siquiera los hombres o mujeres más poderosos de toda Asia merecen una mujer de tu clase. No tienes otro destino.

-Ella era diferente ¡Y tú la alejaste! -Sus lágrimas caían.

-Déjate de sentimentalismos. -dijo fríamente la mayor. -Vas a desperdiciar toda tu vida por un tonto sentimiento que después desaparecerá. Ella solo era un capricho. Recapacita.

-¡OH MA! -gritó Lisa con amargura.

-¡¿Qué?! -dijo su madre. -Mientras yo sea tu madre y seas parte de esta familia, no permitiré que arruines tu futuro por una estupidez. Será en tu siguiente vida. -Finalizó su madre duramente.

En ese momento, el último puente entre ambas se había quemado. Era como si un abismo se interpusiera entre ellas. El corazón de la tailandesa estaba roto, sin forma alguna de ser salvado. Su última oportunidad de salir a flote resultó ser un rotundo fracaso. Aquel brillo que alguna vez tenía por fin se marchitó.

Moonlight - Lisoo/ Chaennie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora