Moonlight - Lisoo/ Chaennie

LA GRAN CENA...

"Lo más bello de tu ojos"
"Es mi reflejo en ellos"

————————

Residencia Kim

En la gran mansión, las cosas estaban un tanto ajetreadas. La señora Kim pasó toda la tarde organizando todo para lo que sería una velada perfecta con un invitado especial. Todos los sirvientes limpiaban y arreglaban, preparando la cena en el gran jardín con una mesa de madera decorada con flores y velas.

La señora supervisó la vajilla y cubertería, asegurándose de que todo estuviera perfecto. Casi todo estaba listo; solo faltaba su familia y el invitado especial.

-Mi señora. - llamó uno de los sirvientes haciendo una reverencia. -La joven ama ha llegado.

Al recibir la noticia, ella caminó hacia la casa tranquilamente para recibirla. Al toparse con su hija, notó que ella estaba por subir a su habitación. No había tenido oportunidad de hablarle después del berrinche de la mañana. Pero cuando estaba a punto de alcanzarla, su esposo la interpone en su camino.

Al girarse hacia él, le lanza una mirada fastidiada. Por su expresión, se podía imaginar sobre qué venía a hablarle.

-Tenemos que hablar. - ordena duramente su esposo.

La contraria respira hondo y camina hacia la sala; su humor empeora cada vez más. Al llegar a la sala, se sienta y observa cómo él la sigue.

-¿Qué pasó esta mañana? - pregunta con brusquedad, rompiendo el silencio.

-No sé, tú dime. Tú que preguntas, sabes lo que pasó... - responde suavemente la señora Kim.

-¡Esa maldita niña! Su falta de respeto es inaceptable. No la disciplinaste lo suficiente. - reclama el hombre con enfado. -Nunca nadie me había tratado así; otro estaría muerto. Soy un Kim, merezco que ella me deba respeto a mí y a-...

-¿Y a tú hijo? ¿Eso querías decir? - es interrumpido mientras habla; su esposa lo mira con algo en su rostro indescriptible para él. –Te diré algo para que no te sorprendas: esa de ahí tiene el mismo o peor carácter que tú. - señala a una foto de su hija. – Ella será el karma por todos los errores que cometiste conmigo.

-Debe ir a un psicólogo. Ella no está bien. -responde el contrario exasperado.

-Tus demonios al fin te alcanzan. -devuelve la mayor con sarcasmo.

-¡Tú fuiste quien la puso en mi contra! -grita desesperado.

-¡Tú te pusiste solo en esa situación! -interrumpe la castaña haciendo su entrada. Pero no está sola; arrastrando a su hermanastro fuertemente de la corbata como a un perro.

-¡Jennie! ¿Qué estás haciendo? -Su padre se queda boquiabierto al verla.

-Esa es mi Jennie... - susurra la madre para sí, mirando con satisfacción aquella escena.

-¿Recuerdas esto? - le pregunta a su padre, sacando una pistola de su espalda. -Es el regalito que papito querido me envió a los 15 años. Claro, para demostrar que todavía se acordaba de mí.

-¡Guarda eso! - le ordena su padre con miedo. -¡Es peligroso! Siéntate y hablaremos de esto.

-¿Para qué? ¿Para seguir con tus engaños y lavados de cerebro? - sin duda alguna, Jennie estaba fuera de sí; ya no le importaba nada. -¿Quieres quedarte aquí? Bien, hazlo. Pero si crees que viviremos aquí como una familia feliz con tú bastardo, te tengo noticias. - dice mientras suelta al muchacho y con el arma dispara fallando. Lo hizo a propósito. Los dos hombres se tiran al suelo, cubriéndose.