El viernes corrió, el sábado pasó, domingo y su cabeza era un desastre, cada que lo veía huía, Changbin decía que no estaba cuando Soobin iba a preguntar por él a su habitación, quizá no tenía la fuerza para verlo a los ojos, quizá no podía mentirle, simplemente se dejaba caer sobre aquella cama, su padre molestaba por mensaje, debía seguir con su trabajo así que eran los únicos momentos que estaba despierto, luego de eso simplemente dormir mientras su mente se perdía en todo y a la vez nada, al mismo tiempo... todo estaba pero el vacío predominaba.
¿algo así de horrible podía existir?
Lo negaba, no quería, una parte huía mientras rogaba volver, Yeonjun comenzaba a decaer, comenzaban las ruinas, esas que al caer dejaban ver a aquel pequeño necesitado de amor, esas... que escondían su verdad.
El martes no llegó, Soobin dejó de ir, el miércoles ya no llegó, el jueves ni siquiera se vio en clases, era viernes y algo dentro de sí decía que fuera, pensó que quizá se había cansado y no molestaría más, comprendió que no hubo nada, quizá ya estaba arreglado, eso era peor.
Changbin mencionó que sus compañeros se reían del pelinegro, dentro de aquella institución podía ser como una jaula llena de bestias si no pertenecías a su clase, ahora era el turno de Soobin de saberlo.
— Dijeron que era mejor que se fuera aunque el director dejó que terminara el año como si nada sin problema — decía Changbin buscando algo en sus cajones.
Yeonjun estaba quieto, ni siquiera una palabra salía de su boca, el cabello estaba hecho un asco, no se había lavado en dos días, no se había querido levantar ni para almorzar y su ropa era la misma, dos días de falta que Changbin cubrió con un "problemas familiares".
— No vas a decir nada otra vez — regañó su amigo, Yeonjun suspiró — está hecho mierda literalmente si no se hubiera divulgado lo del divorcio seguro sería menor el problema.
— De qué hablas? — murmuró dándose vuelta y levantándose.
— No has escuchado? Sus padres se divorcian por infidelidad, su familia se va a la quiebra todos se ríen de su pobreza y exigen que se vaya porque ya no pertenece aquí primero por no tener familia y segundo por el dinero.
Yeonjun se levantó, tomó su celular y salió de allí, iba directo al baño, corrió hasta llegar y encerrarse, al menos estaba vacío y podría gritar sin problema.
— Maldición juraste que no lo harías!
No hubo respuesta.
— ¡Cómo pudiste hacerlo maldito imbécil!
Nada más que silencio.
— ¡Responde!
Colgó, Yeonjun lanzó su celular al piso destrozando cada parte de este, se mordió el labio inferior al tiempo que tiraba de sus propios cabellos, estaba molesto, se odiaba aún más por ser tan estúpido, se odiaba por confiar en él sabiendo que nunca decía nada realmente.
Salió de allí hacia la habitación de Soobin, al menos era de día y ya habían terminado las clases, era el momento, tocó la puerta desesperado, una y otra vez como si los segundos fueran milenios.
Taehyun abrió la puerta, al verlo forzó una sonrisa, Yeonjun simplemente entró pero el de cabellos grises tomó su brazo con fuerza, el castaño lo miró sorprendido mientras este presionaba con fuerza su brazo.
— Si se pone peor te saco Yeonjun.
— Como digas Kang.
Al verlo hecho bolita su corazón dolió, Soobin tenía los ojos rojos al igual que su nariz, el cabello despeinado mientras lo acomodaba quitándoselo de sus orbes oscuros, incluso llevaba el labio roto y la mejilla golpeada, Yeonjun se acercó asustado al ver los golpes, este al verlo lo abrazó sin decir nada hipando nada más.
— Binnie que te pasó?
— Yeonjun ¿por qué no habías venido antes? — dijo como pudo el pelinegro.
— No podía amor lo siento — dijo con tono lastimero.
Dejó que Soobin se abrazara a su cuerpo, que llorara en su pecho mientras él masajeaba su cabello y dejaba cortos besos entre sus cabellos negros, Taehyun lo veía un poco inseguro de si su presencia era buena pero Soobin dejaba poco a poco de llorar con tanta fuerza.
— Voy por algo de comer ¿ya almorzaste Yeonjun? — dijo el de cabellos cenizos, este negó — traeré algo entonces... si se pone peor espera que regrese.
Salió de la habitación, Yeonjun se acomodó mejor sobre la cama, dejó al alto sobre su pecho mientras jugaba con sus dedos un poco más tranquilo, las lágrimas aún corrían pero en menor cantidad.
— Yeonjun
— Sí?
— Gracias por regresar.
Algo dentro decía que no lo hiciera, su regreso no era más que dolor, no era más que el inminente inicio de su infierno, su retorno no era más que el significado de dos caminos.
Uno lindo por el momento, lleno de alegría y amor espontáneos que no haría más que hacer pedazos lo que quedaba de Soobin, pero aún más lo que de Yeonjun quedaba, ese destino tan frío que le esperaba pagando por cada una de las cosas en que falló, ese que aceptó desde que lo besó aquella noche de horror, ese que quiso desde que su intimidad se acrecentó, ese amor tan cruel y dulce cuya mentira era tan suave y cruel como el propio veneno.
El segundo era una verdad cruel, una que podía destruirlo y juntar mejor lo que había o deshacer de una vez todo dejando la idea de que alguna vez hubo más que dolor, que por un segundo... Yeonjun pudo ver la luz de nuevo.
—¿Dónde estabas? — dijo Soobin jugando nerviosamente con la manga de su camisa sacando a Yeonjun de su ensoñación.
— Ocupado con algunas cosas y situaciones — dijo sin creerlo él mismo.
— Te extrañé — susurró el pelinegro besando el dorso de su mano— Te amo Yeonjun.
Y dolía, lo hacía como nada en el mundo, ¿se podía quebrar con solo dos palabras? A veces se preguntaba cuanto era su nivel de cordura, comenzaba a perderlo, comenzaba a perder los estribos cayendo lentamente bajo un debate, una parte decía que lo dejara, que no merecía ese amor y no debía, era su razón.
Sin embargo, otra decía que lo hiciera, que no dejara esa alegría y abandonara todo, Soobin no solo besaba su mano, besaba cada parte de su ser, era todo lo que lo hacía ser algo y a la vez nada, Soobin no lo sabía, pero dentro... estaba a su lado.
— Tienes hambre Soobin?.
— Si — dijo levantándose, lo abrazó de improviso, simplemente acarició su cabello — gracias.
— Descuida, estaré allí si me necesitas
— Como las estrellas.
— Como las estrellas — dijo Yeonjun con una sonrisa dejando un beso en su mejilla.
Todo acabaría de la peor manera, era más que inminente desde el comienzo.
Dedicado a Zailm00re
Gracias por ayudarme a salir de mi hueco de bloqueo y enseñarme un poco <3
y pensar que esta historia se me vino de andar viendo a la nada pensando en el quinto universo
Contexto:
Yo me quedé viendo una ventana y pensando en qué hacer con mi vida cuando pensé en una persona que hiciera eso, una que no pudiera hablar mucho de lo que piensa pero que quiere y pues después se fue desarrollando la cosa poco a poco, originalmente creo que la idea era otra pero al final se desarrolló así y me gusta un poco en lo personal así que espero la disfruten como yo he disfrutado haciéndola por puro amor a escribir e inventar mundos.
Pero bueno espero les guste y aunque no me gusta andar terminando las cosas creo que ya va siendo hora así que pronto terminaremos con esta historia.
Cuídense mucho porque son importantes
besitos <3
att. S00bin4
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Querido Sr.Choi Soojun
Fanfiction- ¿Has visto a Yeonjun? - ¿El del salón B? - Si ese, dicen que anda con un Choi... Donde Soobin es considerado extraño y solo tiene un amigo o donde Yeonjun se ve envuelto con su peor enemigo ¿cómo amas a tu enemigo? ¿qué pasa si no sabe que lo e...