Capítulo 21

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Dicen que la mentira es frágil, que el futuro es desconocido, ¿qué pasa si ya lo sabía? 

La pregunta vuelve a repetirse, una vez más, Yeonjun levanta la mirada pudiendo apreciar sus orbes oscuros, puede escuchar de nuevo aquel momento, aquel dia en que supo que su mundo nunca más tendría luz, de nuevo ve su sonrisa, cruel y malvada, tras aquel que ama, aquel que le dio los mejores momentos de su vida, esa sonrisa vil que tanto odia y esa mirada que nunca quiso ver.

—Yeonjun dime que no es cierto por favor— le suplica Soobin de nuevo— di algo al menos aunque sea mentira

— Si, yo lo hice Soobin

—Pero...

—Fue mi culpa todo y yo te engañé me fui con él y si yo mentí, te mentí y todo lo que dijo Beomgyu es cierto y te odio te odio con todo mi ser y eres lo peor que le ha pasado a mi vida 

Era mentira, jamás dejaría de amarlo, pero por eso debía alejarse, debía darle a su padre lo que tanto quería, solo así Soobin sería libre de todo lo que le rodeaba, su dulce angel ya no tendría que sufrir más, su amor al fin se perdería, aunque eso le doliera como el infierno.

Soobin se quedó en silencio, lágrimas corrieron cruelmente por sus mejillas, apretó los labios tratando de no hacerlo al tiempo que empuñaba sus manos, mismas que llevaban una nota escrita en un papel de color azul cielo, miró de nuevo al castaño que simplemente se negó a verlo a los ojos, simplemente miró hacia otro lado ignorando su presencia.

Aunque por dentro Yeonjun ya no era nada, estaba hecho pedazos...

—Gracias por tu sinceridad— dijo Soobin antes de irse soltando el papel que llevaba y dejándolo caer en el suelo.

Yeonjun simplemente vio como salía de allí, su padre sonreía amando el drama que acababa de ver, pero el castaño no pudo contener su llanto, se dejó caer en el suelo de nuevo, tan frágil, tan débil, siendo de nuevo el mismo que antes, con el mismo amor y el mismo dolor de la perdida.

Las lagrimas corrieron, su corazón latía con rápidez mientras su pecho dolía, algo dentro se había hecho pedazos y él no sabía que era, al menos quería que lo odiara, que le dijera todo lo que se merecía, que sus palabras crueles fueran la medicina para aquello, pero sabía que Soobin jamás lo haría, sabía que lo amaba y eso era peor.

Porque no puedes amar a quien te hizo pedazos...

—Quiero que vayas con Kim el jueves, necesitan que firmes el traspaso a la compañía así que no quiero que se atrase nada— dijo su padre revisando la hora.

—Vete a la mierda

—¿Qué dijiste?

— ¡Que te pudras en el infierno! has hecho mi vida un asco y todo el tiempo obedecí como un idiota ciego pero ya no puedo— su voz se quebró, si lo que buscaba era respeto no lo conseguiría así pero ya no le importaba— ¿no ves que tu hijo esta muriendose por todo lo que haces?

Sin embargo aquel hombre solo sonrió, le tomó del mentón suavemente con un gesto delicado, se acercó a su oido susurrando algo que quizá ya sabía.

—Yo nunca he tenido un hijo y tú nunca conseguiras que te llame de esa manera porque no lo mereces

—¿Qué quieres de mi? 

—Verte hecho pedazos como yo— le respondió dulcemente— si no sigues lo que te digo tu serás el culpable de todo lo que pase como siempre lo has sido Yeonjun

Bajó la mirada, el sonido de la puerta cerrandose y luego gritos que no podía contener, porque se odiaba, odiaba todo lo que era y en lo que se había convertido, odiaba lo que tuvo que hacer solo por un poco de cariño, lo que perdió cuando al fin encontro el amor que tanto necesitaba.

Querido Sr.Choi SoojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora