Capítulo 22

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POV SANTIAGO

Salí más temprano del trabajo para ir a ver como se encuentra Pau.
Llegando a casa no la encuentro por ningún lado. Empiezo a pensar lo peor.

Busco rápido mi celular para llamarla. Un tono, dos, tres... nada. Vuelco a marcar, lo mismo. Nada.

Me cago en la puta. Sigo llamando.
Unos minutos después veo la puerta abrirse. Es ella.

Corro a abrazarla, ella enseguida me responde abrazo. Siento sus brazos envolver mi cuello, me apreta hacia ella.
Quedamos así unos minutos, sin hablar. Solo abrazándonos.

Me separo de ella, miro sus ojos, estuvo llorando. Trae su cabello suelto, despeinado y un poco sobre su cara.

-Amor, que paso? Donde estabas? me preocupas...-No termino de hablar porque toda mi atención va hacia su mejilla derecha. ¿Que mierda?

-Quien fue?

Ella llora.

-Quien fue el hijo de puta que te hizo eso? -Vuelvo a preguntar

-Santiago, necesitamos hablar. -Dice con su voz apenas audible. -Voy a contarte -Dice. -Pero hay que sentarnos.

Voy directo al sillón, ella me sigue por detrás. Me hierve la sangre. No se quien mierda se atrevió a ir tan lejos con ella.

Me siento, ella hace lo mismo al lado mío.

Intenta calmarse para poder hablar. Empiezo a desesperarme.

-Del principio Paula. -Digo, se que va a queres ir al punto. Pero en este caso necesito el principio.

Ella empieza a hablar...
No puedo creer lo que estoy escuchando.

-ME CAGO EN LA PUTA, PAULA! -Grito. Sinseramente no puedo creer lo que estoy escuchando.

Me levanto y camino por la sala, de un lado a otro. Doy un golpe a la mesa que se encuentra enfrente de nosotros. Ella se asusta

-Continua, larga toda la mierda que escondes. -Escupo con desprecio.

Mi corazón duele, sinceramente y mis ojos pinchan intentando contener las lágrimas.

Ella me termina de contar, llorando.

No pienso con claridad. Lo único que necesito ahora es estar solo, pensar y procesar todo antes de ir y matar de un tiro a mi padre. Limpio y sin que me tiemble el pulso.

-Necesito que te vayas Paula, necesito estar solo. -Hablo por fin.

Ella intenta abrazarme. Con una mano le doy un pequeño empujón haciendo que ella retroceda. 
Lo que menos necesito ahora es un abrazo de la persona que me mintió.

Ella asiente con la cabeza y sube a la habitación.

Después de unos minutos la veo bajar con su bolso que trajo esa vez cuando la traje a casa por la amenaza que recibió en la suya.

Abre la puerta y se va.

Me quedo ahí, sentado.
No aguanto más, siento explotar. Doy un puñetazo a la pared, uno tras otro. De mis nudillos lastimados salen sangre.

¿De verdad la persona en quien confie fue capas de hacer eso? Me ocultó muchas cosas.

Soy un idiota, siempre pensé que el amor es una mierda. Que te vuelve idiota por la persona que queres, te hace ser vulnerable, te hace abrirte y hacer cosas por esa persona. ¿Y para que? Para que después te dejen así, hecho mierda. Me siento como la mierda, decepcionado, traicionado, un sin fin de cosas es lo que siento ahora mismo.
________

Ya paso unas horas de lo de Paula, lo estoy intentando asimilar.
Me esperaba cualquier cosa de mi padre, pero no de ella.

Dejo de perder mi tiempo y me dispongo a ir a visitar a mi padre. Jodido hijo de puta, posiblemente ya este esperando eso.

Estacionó enfrente de la casa donde vive él, mi madre, mi hermano mayo y mi cuñada.

Llego a la puerta y golpeó, unos toques después me abre mi hermano, Francisco, él es mayo que yo.

-Arquitecto.- Me dice en forma de saludo, utilizando el apodo que me puso Javier.

Lo ignoro y paso por su lado, yendo directamente a la oficina que mi papá tiene en la casa.

Llego a su puerta y ni me molesto en tocar. Ingreso al interior de la oficina.

Él está ahí, parado con un vaso de whisky en la mano. Me mira con una sonrisa burlona.

-Ya te estabas tardando -Habla sin quitar su sonrisa.

Me acerco rápidamente hacia a él, lo tomo del cuello de camisa y lo estampó contra la pared.

-Te dije hijo de puta que no te metas en mis cosas. -Habló. Él ríe.

Lo suelto del cuello de su camisa pero le doy un puñetazo en la cara.

-Te advertí varias veces Claudio. -Vuelvo a estampar mi puño en él.
Él se tambalea, pero incluso su sonrisa no se borra.

Sin esperarme, me devuelve la trompada. Tomandome desprevenido y ahora el que tambalea soy yo.

Toma esto como ventaja y me vuelve a pegar y a tirarse sobre mi, pierdo el equilibrio y caigo.

Él está sobre mí pegándome.

-Todo este escándalo que armas es por la ramera de Paula. -Lo escucho decir.

Sin más, tomo fuerzas y lo doy vuelta, quedando él abajo de mi.
Lo apretó del cuello para que quede inmóvil y empiezo a pegarlo.

-No padre, es para que veas que conmigo no se juega. Y para que veas que cualquiera es macho para pegar a una mujer, pero no cualquiera lo es para pegar a otro hombre. -En cada palabra que digo, una trompada va hacia su cara.

Escucho la puerta abrirse, sin embargo no me giro a ver quien es, sigo en lo mío.

Escucho a Francisco pedirme que pare, me agarra de la cintura y de ahí me estira intentando separarme.

Siento que ya es suficiente, mi intención solamente es volver a darle una lección a mi padre. Matarlo todavía no, a menos de que quiera seguir jugando con mi paciencia.

Me separo de él y Francisco corre hacia él para ayudarlo.

-Última vez que te digo Claudio Caputo -Pronunció su nombre con desprecio. Eso es lo que siento por él, desprecio. -No te metas en mi vida, no quieras manejar mis cosas según tus antojos, no intentes volver a amenazar a Paula, mucho menos volver a ponerle una mano encima.

Dicho esto, salgo de su casa. Me subo a mi auto conduzco hasta la mía.

En el camino a casa voy pensando, en el maldito que me toco de papá.
Él siempre me tuvo bronca porque no aceptaba que su hijo tenga más "cabeza" que él, para todas las cosas.
Todas las cosas que me proponía me salían a la perfección, incluso gracias a eso arruine unos cuantos planes suyos.

Como olvidar que cuando era más chico, él se abusaba de su "poder" de padre y me castigaba físicamente, vuelta y media.

Hasta que empecé a crecer y de ahí no deje que vuelva a ponerme un dedo encima, hubo veces en lo que intentaba volver a hacerlo y lo terminaba pegando yo, no me importa una mierda cuando de él se trata.
También, una vez (cuando era el jefe de la organización rusa), me subestimo bastante, se burlaba de mí y me decía que era un inútil, que no iba a llegar a nada y que posiblemente termine muerto,¿que hice? De un tiro mate a su -entonces- amante, de ahí empeoro su odio hacia mi, se ve que la quería bastante.
El muy hijo de puta siempre fue infiel a mi madre, otra cómplice de sus mierdas, aún así y todo, conciente de lo que él le hacía, ella lo apoyaba.
Ahora lo que le duele es que yo me haya superado y todo lo que él decía de mi, quedó en la nada. Porque ahora si quiero y me propongo, me como el mundo.

Santiago CaputoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora