♡˖⋆Someone To You

Thirty-eight

Era una noche especial, aunque ellos en realidad no lo supieran, esa noche había luna llena y era cuando sus lobos tenían más control sobre ellos y sus necesidades aumentaban considerablemente.

Por eso no era extraño que Yunho y Jongho estuvieran una vez más frente a la fogata besándose con total tranquilidad, después de todo su cachorro se quedaba completamente dormido antes de las diez y ellos podían quedarse una o dos horas hablando o besándose como era el caso.

Los besos eran suaves, delicados, incluso el agarre en la cintura de la cintura de Jongho era delicado, pues Yunho lo tocaba como si fuera una fina pieza de porcelana que debe tratarse con la mayor delicadeza, no quería lastimarlo y quería demostrarle que siempre iba a tratarlo como lo merece, no más dolor.

Jongho abrazo al cuello del alfa sintiéndose con la confianza de poder hacerlo, lo quería tan cerca de él como fuera posible, los besos llenaban partes de él que hacían a su omega saltar de felicidad, el alfa no parecía pedir más y eso le gustaba.

Los besos tomaron otro camino al punto en que ya estaban recostados en el sofá con las respiraciones ligeramente agitadas, y aún así ninguno de los dos parecía pedir más que eso, es como si no quisieran  pasar una barrera, no estaban listos, pero necesitaban estar cerca.

—Papi...

Escucharon la vocesita del cachorro quien bajaba con total preocupación por las escaleras buscando a su papá. Yunho cayó al suelo cuando se apartó con pánico de Jongho, después solo se levantó como si nada y fue por su hijo para asegurarse de que no se hubiera despertado por algún mal sueño.

—¿Que pasa, cachorrito?— Jungwon corrió hacía él para abrazarlo.

El cachorro tenía un puchero en sus labios y sus ojitos estaban cubiertos de lágrimas.

—Un mal sueño ¿Eh?— Jungwon asintió.

Lo cargo para llevarlo al sofá donde hace poco había estado con Jongho, se acomodó para poder sentir ambos aromas cerca, solo eso necesito para volver a quedarse dormido, Yunho sonrió algo divertido por lo fácil que se quedaba dormido.

—De alguna forma me alegro que mis padres no quieran a Jungwon— Confesó en un susurro.

—¿Ah?— Jongho se mostró desconcertado, estaba distraído acariciando el cabello del cachorro.

—Las cosas son complicadas ya, si llegará a ser beta o alfa, le harían lo mismo que a Wooyoung o incluso que a mi— El menor se relajó al darle la razón— No quiero eso para él, nadie tiene porque pasar por eso ¿No crees?

—Es cruel— Yunho asintió— Pero aun así tuvieron la oportunidad de venderlo.

—Te dije que iba a solucionar eso y ya lo hice, nadie le hará daño a nuestro cachorro, te lo prometo— Tomó su mano con la misma delicadeza de siempre y beso el torso de ésta— Ya no hay que temer, el sol finalmente está saliendo— Jongho lo miró.

El sol salía luego de años de oscuridad, finalmente podía ver los rayos del sol iluminar su vida, al fin estaba teniendo una vida.

—Antes de ir a dormir quiero hacer algo, espera ¿Si?— Le entrego a Jongho al cachorro pasa después levantarse.

El omega vio al alfa subir por las escaleras para ir a alguna de las habitaciones según le indica el ruido, mientras esperaba dejo suaves besos sobre la cabecita de su cachorro quien soltaba un muy sutil aroma de felicidad y tranquilidad.

Le sorprendía ya ver a Jungwon como su cachorro, especialmente porque prometió que solo sería un amigo para él pues no quería ocupar el lugar de Yuri, pero casi podía jurar que Jungwon igual lo estaba viendo a él como su papá, y eso hacía que su instinto maternal floreciera otra vez, además estaba completamente seguro de que Yuri sería feliz sí él cuidaba de Jungwon como un hijo propio, él había estado en todo el embarazo, en el hospital e incluso fue él quien llevó a Jungwon para que Yuri lo conociera, siempre cuido de él, así que no estaba haciendo algo malo.

—¿Crees que sea suficiente para que Jungwon no sienta nuestra ausencia?— Yunho llamo su atención.

Al mirarlo se encontró a Yunho sosteniendo el oso de peluche que ganó para él y además dos abrigos.

—¿Por qué los abrigos?— El alfa sonrió.

—Ya lo sabrás, pero tranquilo no nos iremos lejos, solo al patio— Jongho ladeó su cabeza.

—¿Tiene tu aroma?— Señaló el osito de peluche, Yunho asintió avergonzado— Será suficiente— Yunho sonrió emocionado.

Acomodaron a Jungwon de forma que no sintiera su ausencia, vieron al cachorro abrazar el osito y solo soltó un tierno ruidito.

Ambos se pusieron los abrigos y  salieron al patio, Jongho sonrió viendo la decoración nunca lo había visto así, era lindo y una señal de que ahora era diferente.

Yunho tomó su mano y lo acercó a él para después sujetar su cintura, la acción lo tomó por sorpresa y no logró reaccionar hasta que sintió como se movían lentamente, estaban bailando tal y como aquella noche, solo que ahora no estaba Jungwon, estaba nevando, lo cual le daba un toque perfecto, y no había música, sus cuerpos solo se movían en sincronía, disfrutando del momento.

—¿Por qué hacemos esto?— Preguntó con curiosidad, Yunho sonrió.

—Wooyoung dijo que habrá una cena con los Song, por año nuevo— Jongho asintió— Estarán tus hermanos y no se si podré bailar contigo, quise adelantarlo.

—¿Iremos?

—De cualquier forma lo verán mal, si te llevo se molestarán por el simple hecho de estar ahí y por Hongjoong, si no lo haga entonces creerán que te hice algo, mientras tenga que ver todo estará mal para ellos— Jongho se apeno por eso— Puedo vivir con eso— Beso su frente.

—¿Y Jungwon? Sinceramente no quiero que el vaya— El alfa lo acercó para abrazarlo, al sentirlo temblar.

—No tenemos muchas opciones, pero Wooyoung no piensa ir, él podría cuidarlo— El menor formó una mueca no muy convencido— A Jungwon le agrada.

—¿Es seguro?— Balbuceó— Estoy confiando en ti, pero es difícil en alguien de tu familia.

—Ten por seguro que Wooyoung no le hará nada y seguro lo cuidará muy bien— Jongho lo miró y tuvo que resignarse— No tengo a nadie más en mente, podría ser tu hermano pero irá a la cena y creo que sigue molesto.

—Buen punto, quizás podamos solo ir un rato y después volver.

—Si eso te deja tranquilo entonces así será— Acuno su rostro, se sorprendió al sentirlo helado— Hay que volver.

Jongho soltó un pequeño y casi inaudible grito cuando el alfa lo cargo para llevarlo al interior de la casa, lo dejo frente a la chimenea y después fue por su hijo para tenerlo cerca de ellos.

Casi podían sentir el ambiente familiar rodearlos y no les parecía incómodo, las cosas estaban tranquilas ya no tenían muros de defensa, estaban expuestos entre ellos y eso era bueno, pues estaban teniendo oportunidades que no tuvieron antes, ya sea por miedo o porque se las quitaron.

—Hay que dormir— El omega asintió lentamente.

Para Jongho ya no era incomodo dormir en una misma habitación que Yunho, al contrario y era agradable como sin que se lo pidiera tomaba su distancia, pero despertar siendo abrazado por Yunho ya se estaba volviendo una costumbre, y le gustaba mucho.

Esa noche Yunho no tuvo sueños, no hubieron recuerdos que arruinaran su noche, tuvo tranquilidad y la sensación de estar haciendo todo bien.