🌙|2 universitarios

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«Jaula nueva, pájaro muerto.»

Volvía a estar en aquel bar, una vez más.

Esta vez, el ambiente era demasiado tenso, dando como resultado cicatrices en sus brazos. Un extraño tic que tenía que la obligaba a hacerse heridas en los brazos cada vez que se estresaba de sobremanera, y esto sus compañeras lo notaron.

─"Jacques." ─La extraordinaria jefa, que llevaba observando su pantalla de lejos desde hacía tiempo, se sentó a su lado. ─"Deja la misión de Kira por hoy, te estás estancando y hay mucho por hacer." ─La miró con mirada demandante, haciéndole saber que no podría cambiar su orden.

─"Jefa, no puede estar más claro que hay algo detrás." ─Parecía al borde del colapso, y su voz lo demostraba. ─"Podría ser el caso más peligroso que podría existir. Una habilidad así no es humana, podría ser divina, así que pondría en duda la ciencia. Si no lo paramos y averiguamos qué sucede, el mundo como lo conocemos podría cambiar."

─"Lo sé, pero eso no significa que no te puedas detener por hoy. Todavía no ha salido a la luz casi nada, y ni siquiera nos ha contratado ningún gobierno, así que posiblemente estén pensando todavía en qué hacer ¿Sabes qué pasaría si resulta que esto es obra del gobierno y lo descubrimos? A ellos desde luego que nada, pero a nosotros de todo, y lo sabes." ─Quería gritar tanto como ella, pero si no mantenía la calma, nadie lo haría.

─"Oye, ¿podrías acabar el caso de los infiltrados en el gobierno Español? Tal vez así nos contraten para el caso de Kira, o a poner medidas en su País." ─Le sonrió Judith, que había aparecido repentinamente para ayudarla a investigar.

─"Chicas, no podemos rendirnos en este caso, podría catapultarnos al éxito. Dejaríamos de tener que reunirnos aquí, nos reuniríamos en un edificio secreto. El gobierno dejaría de tomarnos como segunda opción. Seríamos ricas y respetadas. Si nos rendimos, no lo atrapamos y nadie más lo hace, el mundo se convertirá en un desastre en el que la gente viviría con miedo." ─Las seguía mirando suplicante, esperando que entendieran su punto de vista.

─"Alto ahí." ─Camila se levantó de forma brusca. ─"¿Te estás viendo? ¿Con qué capacidades te crees ahora mismo? Estás horrible, así no podrías resolver nada, pero te lo decimos para que te despejes. Y no vuelvas a insinuar nunca más que esto no es suficiente para ti y que solo resuelves casos por el prestigio ¿Está claro?" ─Mientras hablaba, elevaba su voz. ─"No tienes el derecho de quejarte sobre la manera en la que vives, porque no te falta de nada. Esta cafetería te da todas las comodidades que necesites, y en tu casa no pasaría absolutamente nada por unos cuantos yenes menos, así que tranquilízate, porque solo te estamos pidiendo que te calmes por hoy, nadie ha dicho nada de prohibirte el caso." ─El ambiente se había vuelto demasiado incómodo, nadie decía nada hasta que Camila suspiró. ─"Vete a casa, no estás en condiciones de trabajar." ─Se dio una vuelta y se fue a su despacho.

La pelirroja, dudosa, abrazó a la otra persona que quedaba ahí.

A la castaña no le habían dado tiempo de reaccionar, o ni siquiera de cómo debería hacerlo. No entendía lo que pasaba ¿Por qué era malo querer más? ¿Por qué era malo tener ganas de atrapar a un asesino? No sabía por qué Camila estaba tan enfadada, y eso la ponía muy nerviosa y frustrada, le daba miedo que la pelinegra no quisiera volver a hablar con ella por algo que no sabía qué era.

─"No lo entiendo..." ─Se aferró a la otra, con un sentimiento de tristeza que la hacían querer llorar.

"Ella está molesta porque siente que no agradeces que tu vida no mala." ─Como si le hubiera leído la mente, trató de explicarle a la más pequeña el porqué de las cosas. ─"Ha interpretado tus palabras como si no quisieras vivir así, sino vivir mejor."

LA MUERTE EN LA TRISTE LUNA- death noteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora