CAPÍTULO 3

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-Buenos días, chicos -dijo una de las instructoras que vi llegar ayer en el reconocimiento. Tiene el pelo rojo, pero un rojo a lo zanahoria. Es igual de alta que yo y habla siempre con una sonrisa en la cara. Llevaba puesto una camiseta blanca sin tirantes y un gorrito gris-. Pues bien, soy Amanda; vuestra instructora de armas. En esta clase aprenderéis a usar y a protegeros con armas. En El Campamento, solo tenemos armas los instructores y yo soy la única que os dejará alguna para las clases. Cualquiera de vosotros que tenga un arma, entregadla ahora, ya que si la utilizáis sin estar en mi clase o en la de protección, seréis expulsados. ¿Lo habéis entendido? -todos asentimos con la cabeza y ella siguió hablando.- Quién haya usado un arma laguna vez, que de un paso al frente y, con armas, me refiero a pistolas, lanzas, escopetas, arcos ... etc.

Respiré y di un paso al frente.

Hacía muchos años practiqué tiro con arco. Ahora no tanto, pero seguía yendo a el campo de tiro con un grupo de amigos.

Miré a Peyton que se quedó extrañada al verme dar un paso hacia delante.

-Sois bastantes ha decir verdad.

Y sí, éramos uno doce de treinta alumnos que tenía El Campamento. Casi la mitad.

-Vale, muy bien -dijo Amanda-. Seguidme y os enseñaré un poco de puntería para cuando tengáis que disparar una pistola de verdad.

-¿Todavía no vamos a disparar? -preguntó Mason.

-No, todavía no -respondió-. Hay mucho pirado y a saber que podríais hacer con una pistola en vuestro primer día de formación.

Caminamos hasta un claro, donde había unas pistolas de Paintball colocadas por filas en el suelo.

-Ya que, no vamos a disparar con pistolas de verdad -nos informó Amanda-, dispararéis con pistolas de pintura. Así no le volareis la cabeza a alguien.

Todos nos reímos, incluyendo Amanda.

Todos cogimos una pistola y nos pusimos en fila para ir disparando a la diana.

Al principio, Amanda nos estuvo enseñando como colocarnos correctamente, y técnicas de uso. Al hacer tiro con arco, yo tenía muy buena puntería y acerté toda las rondas que hicimos y Amanda me sonreía cada vez que me tocaba a mí.

Estuvimos todo el día haciendo "clase de armas". Tenía los músculos agarrotados después de tanto ejercicio. Nos dijo que mañana tendríamos "clase de conocimiento sobre ángeles", y me alegraba. Tenía ganas de aprender más cosas sobre mi especie, si se la puede llamar asi, y sobre todo por que me tomaría un descanso.

Estaba llegando a mi cabaña cuando un brazo tiró de mi y me di la vuelta. Mason.

-¿Qué haces tú aquí? Y suéltame -dije moviendo el brazo hasta que pude soltarme-. Te dije que no quería que me tocaras.

-Vale, vale. Te lo prometo -dijo poniéndose una mano en el pecho-. No volveré a tocar a la señorita Becca Johnson. Si la vuelvo a tocar, que me parta un rayo.

-Eres idiota -dije dándome la vuelta.

-Espera -me llamó. Me di la vuelta y añadió subiendo las cejas-. ¿Vendrías conmigo a dar un paseo por el precioso bosque, nena?

-No -dije con tono cortante-. No iría contigo a ningún lado. Y no me llames nena. Suena insultante.

-Vale, princesa.

-Tampoco me llames así -dije y me di la vuelta, cuando se me ocurrió decirle algo y me giré para verle-. Mejor no me llames de ninguna de las maneras, ¿sabes? No tengo ganas de aguantar a un prepotente como tú.

-Como desee la princesa.

Entorné los ojos y me di la vuelta para entrar en mi cabaña. Entré y vi a Eva, Peyton y Logan hablando y riéndose. Cuando entré, Logan levantó la mirada y me miró con una sonrisa perfecta. Me saludó y Peyton y Eva se dieron la vuelta para hacer lo mismo. Fui hacia ellos y me senté en mi cama para hablar con ellos.

-¿De qué estáis hablando, chicos? -pregunté.

-De que nos había parecido nuestro primer día -dijo Peyton-. Para mi ha estado fantástico.

-Para todos nosotros ha estado fantástico -aclaró Eva.

-Sí, claro; vosotras tres no tenéis que compartir cabaña con Mason, y sus dos perritos falderos, Ian y Connor -dijo Logan con pena.

-No me hables de Mason por favor -dije entornando los ojos.

-¿Por qué? -preguntó Eva- ¿Te gusta?

-¡NO! -dije medio gritando- Es un pesado. Me lo acabo de cruzar y no para de llamarme "princesa"

-¿Princesa?-preguntó Logan. No sé si es cosa mía, pero parece un poco celoso.

-Sí, hijo, sí. Princesa. Además, es un arrogante y un prepotente. No me cae bien.

-¿A quién le cae bien Mason? -añadió Peyton con ironía.

La habitación de quedó en silencio cuando Logan se marchó. Nos pusimos el pijama y nos fuimos a dormir había sido un día muy largo y estaba muy cansada. Mañana clase de "conocimiento sobre ángeles". todavía no sabía quién nos iba a dar clase. Todos los instructores son muy jóvenes, incluida la directora. Nunca se me habría ocurrido un lugar así.

AngelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora