Angels

CAPÍTULO 5

-Becca, ven un momento.

Iba caminando por el bosque después de dar un paseo cuando una voz femenina me llamó. Me di la vuelta y vi a la señorita McCall. Me acerqué a ella y se metió en su despacho. La seguí y yo también entré. Me senté en una silla y ella igual.

-Como ya te habrá contado Lydia, eres adoptada -asentí y siguió hablando-. Vale, tu madre es una delincuente y ahora se encuentra en una cárcel de Angélica - ¿Angélica? ¿Qué es eso?

-Perdone -la interrumpí-, no sé que es Angélica.

-Oh,pensaba que lo sabías. Angélica, es la ciudad donde viven casi todos los ángeles. Algunos viven en el mundo humano, cuidando de sus hijos hasta que son lo suficientemente mayores para saber de nuestra existencia. Normalmente, todo ángel que acabe su entrenamiento, va a vivir a Angélica, pero si algún ángel se enamora de otro y deciden formar una familia, van al mundo humano hasta que es necesario.

-Gracias. No tenía ni idea.

-No te preocupes. Bueno como te iba contando, tu madre está encarcelada y, mañana es el día de visitas. Si quieres puedo llamar a la cárcel para que puedas conocerla.

Me quedé muda. Quería poder hablar y decirle que por supuesto, que en conocerla era en lo que pensaba casi todos los días. Pero, tengo miedo por otro parte, ¿y si no es como me imagino?¿Y si no es una buena madre? Ya he tenido una madre que se divorció de su marido por que a ella le entró el capricho de conocer a otros hombres. No quiero otra madre así.

-¿Puedo preguntarle dos cosas señorita McCall?

-Claro Becca. Dime

-¿Puedo pensármelo y decirle en un rato lo de mi madre?

-Claro. Pero no tardes mucho, por que hay que llamar y todo eso.

-Vale.

-¿Y la segunda pregunta? -preguntó abriendo mucho los ojos.

-¿Quién es mi padre?

Y llegó el día de visitas. Le dije a la señorita McCall que avisara a la cárcel, que quería conocer a mi madre. Todo el mundo merecía una oportunidad.

Estaba todo el campamento reunido, incluso los instructores aun que ellos no recibían visitas. Lo normal entre los instructores es que no tengan casi familia. Algunos tiene. Sus padres y ya esta, incluso algunos ni eso.

Estaba esperando con Peyton y con Logan a que vinieran sus padres. Cuando les vieron, salieron corriendo a abrazarlos. A Peyton la envolvió su padre en un abrazo y su madre se unió a ellos. Logan, cogió a su madre en brazos y luego le di un abrazo a su padre. Me cuesta admitirlo, pero tengo envidia. Yo nunca he tenido una familia así.

Poco a poco, todo el mundo se fue dispersando para enseñarles todo a sus padres, como si ellos no lo conocieran. Según tengo entendido, los padres que vienen a visitar a sus hijos, también son Ángeles y tuvieron su formación aquí. Pero a todo el mundo le hacía ilusión que sus padres vieran el lugar.

Y yo, seguía esperando a ver a mi madre. La señorita McCall me enseñó una foto de ella y es muy guapa. Tiene los ojos azules y es morena igual que yo.

Llevo esperando media hora y no ha aparecido. Me doy por vencida y me voy a mi habitación. La señorita McCall me llama, pero no la hago caso. Quiero que este día acabe ya. Voy corriendo a mi habitación, con las lágrimas a punto de salir de mis ojos. Veo que Logan está con sus padres y me mira, pero no intenta pararme. Al llegar a mi habitación veo que esta Peyton con sus padres. Me ve y viene corriendo a abrazarme. Estoy llorando. ¿Por qué mi madre me ha hecho esto?

-Becca, ¿qué pasa?

-Mi madre no ha venido.

-Lo siento mucho.

-No es culpa tuya.

-Ven, te quiero presentar a mis padres. Papá, mamá, esta es Becca, mi compañera de cuarto.

-Encantada de conocerte hermosa -me dijo su madre-. Me llamo Dakota, y este es mi marido John.

-Encantada de conocerles -dije pestañeando para espantar las lagrimas.

-Te dejamos sola Becca. ¿Luego nos vemos para la cena?

-Claro. Luego nos vemos Peyton.

Parte de la tarde me la pase sola en mi habitación, pensando y leyendo, y la otra parte, la pase con Peyton y sus padres. Eran muy majos y agradables. También conocí a los padres de Logan, y descubrí que la madre de Peyton y la madre de Logan, son gemelas. También conocí al padre de Eva.

Y como no, mi madre no pareció.