-Para, por favor. No aguanto más-dije sacudiéndome en el suelo por las cosquillas que me estaba haciendo Logan, mientras no paraba de reírse de mi y de mi cara roja como un tomate.
-Vale, venga. Ya te he hecho sufrir bastante.
Me empecé a reír y el también y me ayudó a levantarme del suelo.
Sus manos eran suaves y cada vez que me toca, noto como un escalofrío recorre mi espalda.Cuando me levanto, me mira a los ojos y me besa cogiendo mis mofletes entre sus manos. Le agarro la camiseta por detrás y le acerco mas a mí. Eso es algo que me encanta. Notarle mas cerca de mi, hace que las piernas se me entumezcan y no me de cuenta de lo que pasa a mi alrededor.
-Ug, que asco por Dios. Iros a un hotel o algo -dice Peyton entrando por la puerta de la cabaña. No puedo evitar sonreír y Logan hace lo mismo.
-Te diría que seguro que quisieras que te besara, pero como eres mi hermana, sonaría muy muy raro.
-Pero que muy raro sonaría. Y eso solo ocurre en los libros, lo de que dos hermano se enamoren el uno del otro. Aunque, normalmente en los libros no saben que son hermanos, y después de haber vivido 17 años contigo, se me quitan las ganas.
-Yo también siento eso, tranquila -dijo Logan haciendo que nos riéramos los tres-. Te veo luego, Becca -dijo despidiéndose dándome un leve beso.
-Hasta luego -dije cuando salía por la puerta.
Me tiré encima de la cama, y puse a Fall Out Boy a todo volumen, mientras Peyton se quejaba por el volumen, lo que hizo que tuviera que bajarlo.
Después de un rato leyendo, decidí ir a dar un paseo por el bosque, no sin antes coger mi movil, mis cascos y mis muletas, que gracias a Summer las tengo que llevar todavía.
Todo iba normal hasta que noté que mi música se había parado de golpe. Me quité los cascos maldiciendo al mundo por la mierda móvil que tengo, cuando escuché que alguien susurraba mi nombre.
Se escuchaba por todo el bosque, aunque fuera tan silencioso que hiciera que casi no lo notaras.
Me quedé muy quieta para poder oír mejor lo que pasaba.
Alguien me estaba hablando. Era como una conversación sin recibir respuesta por mi parte.
La voz me decía que volviera, que quería estar conmigo y que tenía ser fuerte.
Creo que me estoy volviendo loca. Comencé a andar lo más rápido que me permitían las muletas hacia mi cabaña, solo, que ahora no sabia donde estaba. Todo estaba muy oscuro de repente y notaba presión en el pecho. Notaba como me faltaba el aire. No podía respirar bien, pero tenía el aire suficiente para poder estar bien, solo que un poco mareada.
Algo, produjo que me cayera al suelo, pero me levanté lo más rápido que pude y seguí caminando.
No llegué a ninguna parte. Estaba rodeada de árboles y el único ligera por donde podía ir, daba a un barranco. Me acerqué mas, y vi que la voz provenía de ahí.
Dejé mis muletas en el suelo y me puse en el borde del precipicio.
Había hecho esto antes. No costaba tanto. Se trataba de extender las alas y dejarte caer hasta que te alzaran y te elevaran lo más alto posible.
Me quité la cazadora y noté como mis alas se iban extendiendo. Pareceré una suicida, pero lo único que quiero es llegar a la voz. Saber porque está hablándome.
Respiré hondo, y me dejé caer hacia el precipicio.
Noté el aire en todo el cuerpo. Como me rodeaba y hacia que la caída fuera más rápido.
El barranco no tenía fin. Había un gran espacio en negro. Y no sé porque, pero me dejé caer a ese vacío y lo único que vi en adelante fue oscuridad.
¿Sabéis esa teoría de la luz al final del túnel?¿Esa que se supone que es la luz que ves cuando mueres? Pues yo vi esa luz. Pero no me estaba muriendo.
Estaba mas viva que nunca
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Angels
Teen FictionBecca piensa que es una chica normal, una chica como otra cualquiera que puedes ver en el instituto o te la puedes cruzar por la calle, hasta que llega la tarde de su 17 cumpleaños. Ahí es cuando cambia toda su vida.