Iba corriendo por el bosque.
Algo me perseguía aunque no sé el qué, pero lo único que puedo hacer, es huir.
Noto sacudidas en el pecho. Tiran de mi y hacen que me tropiece.
Es un sentimiento extraño. Cada vez que me da un impulso en el pecho, el cielo hace lo mismo se agita hacia arriba y comienza a desprender rayos.
Tengo que salir de aquí. Volver a la cabaña y estar a salvo, pero cada paso me cuesta más.
Y cada vez más.
Al final, caigo de rodillas en el suelo. Me falta el aire y me esta dando un ataque al corazón. Me cojo el pecho con la mano y agacho la cabeza. No puedo mas con mi vida.
Noto un movimiento a mi lado. Miro y no hay nada, pero si hay alguien delante mía.
Es un hombre de unos cuarenta años. Moreno y con los ojos marrones, iguales que los míos. Me mira fijamente y me sonríe. Yo conozco a este hombre, pero a la vez no lo he visto en mi vida. Su sonrisa, sus ojos, su pelo...
Al final caigo en la cuenta.
Es mi padre.
Me levanto sobresaltada. Todo había sido un sueño. ¿Cómo he podido ver a mi padre sí ni si quiera le conozco. Ni nunca le conoceré. Es como si hubiera sido un recuerdo. Pero un recuerdo bastante extraño.
Miro el móvil y son las cinco de la mañana. Peyton y Eva siguen durmiendo. Me levanto, cojo la sudadera de Ethan y voy al baño.
De camino, me encuentro a Mason hablando con Ian, uno de sus amigos y fieles esclavos. Me escondí detrás de un cabaña para oír lo que decían.
-¿Y qué vas a hacer? -dijo Ian.
-Pues no lo sé. La besaré cuando esté distraída. Hay será el mejor momento.¿Va a besar a alguien a escondidas? No me imaginaba que Mason fuera de ese tipo de chicos. Me di la vuelta y volví a mi habitación. La verdad es que no tenía ganas de ir al baño. Era solo por distraerme, y veo que ya me he distraído suficiente.
El día siguiente, no fue tan emocionante como el anterior. Tuvimos clase de gimnasia y, como no, estuvimos corriendo la mayoría del tiempo. Después, vino Katherine y dimos clase de vuelo. Todos vamos evolucionando muy des prisa, y cada vez de hace más fácil extender las alas.
Volví a tener sueños como el anterior.
Todos, todos los días. No era siempre el mismo sueño, pero siempre acababa viendo a mi padre, tirada en el suelo. Su sonrisa y sus ojos. Tiene que ser él.
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Angels
Teen FictionBecca piensa que es una chica normal, una chica como otra cualquiera que puedes ver en el instituto o te la puedes cruzar por la calle, hasta que llega la tarde de su 17 cumpleaños. Ahí es cuando cambia toda su vida.