CAPÍTULO 6

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-Arribaaaa Beccaaaaaa, que legarás tarde como no te levantes.

Abrí los ojos y vi a Peyton y a Eva moviéndome para todos lados para despertarme. Cuando se dieron cuenta de que tenía los ojos abiertos, se tiraron encima de mí dejándome sin oxigeno. Pegué un grito para que se quitaran de encima, cuando entró Logan corriendo y se tiró encima de nosotras. No pudimos aguantar la risa y todos nos empezamos a reír.

-Ya que veo que no queréis que llegue tarde, quitaros de encima que no pudo respirar.

Les aparté de un empujón y callaron todos al suelo y volvimos a reír. En momentos así es en los que soy feliz. En los que dejo de pensar en esta locura de los ángeles, en mi madre, en mi padre...

Me levanté y me preparé para enfrentarme a el lunes como Dios manda. Hoy teníamos clase de gimnasia.

Cuando empezó la clase, el instructor se presentó. Era ,moreno tanto de pelo, ojos y piel. Iba muy recto y cuando comenzó a hablar, me entró un poco de pánico. No era muy amable que se diga. Nos miro uno a uno. De arriba a bajo.

-Buenos días. Yo me llamo Garret y seré vuestro instructor de gimnasia. En mi clase no habrá ni vagos, ni flojos, y por supuesto que no puede haber blandengues. En mi clase on pondréis en forma, seréis los más rápidos, los más ágiles, los más flexibles, y los más fuertes. Nunca debéis olvidar que sois ángeles. Tenéis que estar en forma para cualquier contratiempo -hizo una pausa para volver a examinarnos, y luego volvió a hablar-. Hoy, por ser el primer día, correréis cinco kilómetro.

-¿Perdona?¿He escuchado bien? -le dije a Peyton al oído asegurándome de que Garret no nos pudiera oír- ¿Este tío quiere que corramos cinco kilómetros

Después de correr los cinco kilómetros, todos estábamos cansa disimula y nos dio un descanso de diez minutos, para luego jugar un partido de baloncesto. No es que sea mi deporte favorito, pero se me da bastante bien. Además, ya me podía tocar en un equipo bueno, ya que Garret había dicho que el que perdiera, tendría que correr dos kilómetros más. Dice que así aprenderemos a ser competitivos.

Terminamos de descansar,y se formaron los equipos. Me toco con Logan y con Eva, y adivina quien era el capitán del equipo, Mason. Había escogido a uno de sus amigos, o como dice Logan, uno de sus fieles sirvientes, Ian.

Ian era un chico bastante atractivo. Tenía el pelo largo con flequillo que le caía un poco por los ojos y los ojos azules.

En mi equipo también estaba una chica, que se llamaba Natalie que tenía mechas rosas en las puntas del pelo. Le había dicho que me gustaban, pero no sé porque, pero puso mala cara y se marchó junto a dos chicas rubias, Julie y Acacia. Estaba también, una chica pelirroja sola sentada en una esquina. Me daba pena verla así, entonces me acerqué a hablar con ella.

-Hola -dije-. Me llamo Becca.

-Hola -dijo dándome la mano-,yo soy Summer.

-Encantada de conocerte Summer. Por cierto, bonito nombre.

-Gracias, Becca. ¿Estás en mi equipo?

-Si. ¿Eres buena?

-Se podría decir que si. No soy la mejor, pero me defiendo.

-Pues entonces igual que yo -le dediqué una gran sonrisa y ella me la devolvió.

Al final, mi equipo ganó el partido, y Peyton que estaba en el otro, tuvo que correr dos kilómetros más.

Iba caminando con Eva de camino a la cabaña, cuando llegó Peyton por detrás y nos pegó un susto tremendo. Todas gritamos y la gente de nuestro alrededor, se nos quedo mirando como si estuviéramos locas o hubieras perdido la cabeza.

-Vosotras dos sois muy malas.

-¿Por qué? -dijimos Eva y yo a la vez, y chocamos las manos por la coincidencia.

-Porque gracias a que mi equipo era malísimo, he tenido que correr dos kilómetros más que vosotras -hizo una pausa para coger aire, ya que estaba agotada y luego volvió a hablar-. Becca, ¿quién era esa chica pelirroja con la qué hablabas antes?

-Se llama Summer. Es muy maja. L he invitado a que venga luego a la habitación para estar un rayo con ella. Es que estaba sola y me daba un poco de pena que no conozca todavía a nadie.

-Okay -dijo Eva-. Me voy a duchar, que después de tanto ejercicio viene muy bien una duchita.

-Yo también voy ahora -añadió Peyton.

-Yo también.

Terminé de ducharme antes que Eva y Peyton, así que les dije que las esperaría en la habitación. Iba pensando en mis cosas cuando alguien me agarro por el brazo muy fuerte. Me di la vuelta asustada y vi a Ian. Tenía la misma manía de Mason de coger,e por el brazo.

-¿Qué crees que haces? Suéltame -dije moviendo el brazo para soltarme, pero me fue inútil. Ian era mucho mas fuerte que yo.

-Me ha dicho Mason que te diga que te espera en su habitación en diez minutos. ¿Sabes cuál es?

-Primero, si se cual es. Y segundo, ¿eres su cartero?

-Me ha dicho que te lo diga yo, porque está seguro de que si venia él a decírtelo, no iba a ir

-Y tenía razón. Pero la verdad, es que no voy a ir.

-¿Por qué no?

-No lo tengo porque decir, y menos a ti, pero como hoy me siento generosa y sincera, te lo voy a decir. Pero acércate, te lo diré al oído -me acerqué a él, y le hablé al oído-. Es un secreto, no me da la gana, y punto.

-Se separó y rodó los ojos. Como ya no tenía que decirle nada, me di la vuelta con intención de irme a mi cabaña a esperar a mis amigas. Me volvió a coger del brazo, pero esta vez fui yo mas rápida, y me puse soltar. Me miró y dijo:

-¿Vas a venir o no?

-¿Pero tú estas sordo? NO-VOY-A-IR-PORQUE-NO-ME-DA-LA-G-A-N-A. ¿Te lo repito?

-Se dio media vuelta y yo hice lo mismo. Me encontré a Summer por el camino y ya vino conmigo a la cabaña.

-¿Que te decía Ian?

-Que fuera a ver a Mason.

-¿Te gusta Mason?

-¡NO! Es un pesado esta todo el día molestándome -vi que se sonrojaba y agachaba la cabeza y se cruzaba de brazos. Entonces caí el porque estaba tan interesada-. A mi no me gusta, pero a ti si.

Levantó la cabeza de inmediato y se me quedó mirando.

-¿Como lo sabes?

-Te lo he notado cuando he dicho que no me deja en paz. Has agachado la cabeza, y juraría que estabas pensando que ojalá fuera a ti a la que no te deja en paz. Mi mejor amiga también hacia eso.

-Vale, es cierto. Pero le gustas tú.

-Si es así, ya se pude ir olvidando. Además, si te gusta a ti, nunca te lo robaría.

Sonrío y me miro aliviada. Era muy mona, era mas bajita que yo y tejía los ojos marrones tirando a verde. Eso la hacia mucho mas guapa y te dan ganas de abrazarla y no soltarla.

AngelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora