Cuatro

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— ¡SATURNO, JUPITER! TU-TUVE UNA PESADI—...eeh... — El gigante azulado abrió los ojos perplejos al ver la escena que tenía al frente.

— ...¡O-OH!,  ¡N-NEPTUNO!...— quitó sus manos del pecho de Júpiter e intentó levantarse de su regazo pero las manos de su pareja estaban tomándolo con fuerza.

— ...¡¿Q-QUE ESTAN HACIENDO?! — El gigante azulado retrocedió incómodo por la situación, no entendía nada pero le daba una intensa incomodidad.

— ¡N-NADA!...nada cariño, ¡VE-VETE A DORMIR! — Dijo para señalar hacia la órbita del mas bajo, el cual seguía en shock abrazando a su luna.

— Neptuno...vuelve a dormir... — Dijo el gigante gaseoso con una sonrisa mirando al menor, aún tomando las caderas de su pareja.

El pobre neptuno parecía que su mente fue infectada de la imagen que tenía en frente, aún que no fuera como muchos creen, el anilado estaba encima del gaseoso, como si estuvieran jugando a algo, pues tenian su ropa y todo.

— ...¿Va-vale...? — se da la vuelta, ya no soporta estar aquí.

—¡B-BUENAS NOCHES!... — Dijo viendo cómo el menor se iba cada vez más rápido.

— ...¿Podemos continuar? — Dijo para mirar al anillado que tenía encima con una sonrisa.

— ...No lo sé...tu dime~ — bajo su cara para depositar besitos pequeños en la cara del mayor, otra vez.



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