Doce

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Una luz en su oscuridad lo hizo despertar, un susurro en sus oídos lo obligaba a hacerlo, su cara quemaba otro maldito día en esta...¿Tortura?

Acaricio su cuerpo, estaba completo por suerte, tenía un terrible presentimiento de que alguien iba a llegar y matarlo, y que el sol no pueda hacer nada por ello pues ni siquiera podia caminar del centro del sistema, dándole su nombre "sistema solar"

Buenos días, Júpiter. — Dijo el sol, mirando al pequeño planeta que tenía en frente, su voz era calmante y tierna de verlo.

— ...Hola... — Dijo el joven planeta, acariciando sus manos, sin querer dar contacto visual con la estrella.

Sol volvió a su trabajo, en su danza eterna ignorando al pequeño planeta que le hacía compañía, Júpiter se levantó sin querer hacer nada. Solo eran el y sol y no hacían nada más que seguir algo llamado "órbita" ya que no tenía otra cosa que hacer, se estiró y bostezo, quisiera seguir dormido para siempre y vivir esas bellas imágenes que inventaba su mente para entretenerlo.

Pero está es la realidad...

Solo, sin compañía, sin amigos, no sabía lo que era eso, el sol solo se lo mencionaba, y el no consideraba al sol como un amigo en realidad, al fin y al cabo no parece interesarle si se sentia bien o mal, solo que cumpliera su órbita.

Estaba tan...triste, ¿Este es ese sentimiento que te hace doler el pecho? Se sentía tan horrible, y por alguna razón sus ojos querían tirar algo, ahogando sus cuencas.

Hola. — Una voz lo hace despertar de sus pensamientos, deteniendo las lágrimas que iban a salir de sus ojos, volteo a ver de dónde venía en esa voz, para toparse con...alguien.

Era un planeta, un poco más bajo que el, parecía descartado de lo que estaba pasando, su pelo era largo y tenía colores pálidos junto con unos tonos saturados, y unos bellos ojos de color amarillo que brillaban como el sol.

— ...

"Ho-hola...soy Júpiter."


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