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Tenia llamadas perdidas y mensajes de todos el mundo

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Tenia llamadas perdidas y mensajes de todos el mundo. No puede ser que los paparazzis sean tan rompe bolas como para seguirnos a todos lados.

Me estaba entrando una llamada de mi padre. Me quería matar de seguro me va a matar y a Enzo también. Pero si tan solo el no hubiera respondido el mensaje de anoche no estaríamos en esta situación.

...

Apenas llegaba de la cena con la selección y no podía dormir, con el quilombo que se está armando en mi vida. Me gusta Paulo y pasar tiempo con pero estar con Licha también es tan emocionante pero no quería hacerle daño a Paulo.

Y lo que me da aún más bronca es que el tarado de Enzo sabe todo. Tenía que hablar con alguien de esto pero mis amigas están en la loma y probablemente muy ocupadas, mi familia es la peor opción y lo único que me queda lamentablemente es el tarado de Enzo, el único que sabía mi situación

@laraimar
Oye tarado
Tas durmiendo?

Me iba el corazón a mil, por que le estaba hablando

@enzojfernandez
Bueee princesita
Para ti si 😉😉

¿Me estaba chamuyando?

@laraimar
necesito hablar con alguien y tu sabes todo lo que está pasando

Me daba una bronca todo esto

@enzojfernandez
Mira tu
Queres salir a hablar?

No sabía que estaba haciendo pero le dije que si y me dijo que me iba a buscar al hotel que estaba. Me levante y me cambie el pijama a una ropa más cómoda.

No tenía pensando quedarme mucho rato con Enzo, pero tenía la necesidad de saber su opinión del tema.

Baje al lobby y en unos minutos llego Enzo con esa sonrisa de mierda que tiene

– hola princesa – ahora que Enzo estaba acá me arrepentía de haberle hablado

– vamos a caminar? – le dije guardando mi celular en el bolsillo de la chaqueta y el asintió saliendo del hotel

Corría un aire fresco por las calles pero no demasiado frío, la temperatura estaba perfecta.

– Entonces que pasa? – dijo Enzo rompiendo el silencio y me dio vergüenza hablar de esto con el pero ya estaba ahi.

—Me metí en un quilombo, Enzo. Paulo no merece esto. Y no sé qué hacer con Lisandro. —confesé, sintiendo la presión acumulándose.

—Bueno, princesa, las decisiones que tomas tienen consecuencias. No puedo hacer mucho por ti en ese aspecto. —respondió encogiéndose de hombros.

Bufé, que mala onda que era. ¿Por qué había venido a buscar consejo a Enzo?.

—Solo necesitaba desahogarme, no esperaba que fueras mi consejero. —admití, sintiéndome un poco avergonzada.

– Era broma princesa, te podes desahogar todo lo que quieras – pego un gran suspiro – mi relación igual se está yendo a la mierda –

Confesó y me sorprendí por que se estaba abriendo conmigo, que curiosidad. Vi a lo lejos un restaurante y me dieron unas ganas de tomar algo para despejar la mente.

– Vamos al restaurante y me contas? – dije y el asintió.

Y así pasaron una hora desde que llegamos al restaurante yo ya iba en un par de copas y Enzo solo tomaba cerveza sin alcohol.

Igual me había contado el problema que tiene con su novia y no quise opinar nada. Si yo fuera alguno de ellos dos ya había terminado la relación hace tiempo.

– Princesa basta, no te quiero llevar en brazos al hotel – dijo al ver que pedía mi cuarto trago. Ni lo tome en cuenta

– Pero sabes lo que me da mas bronca – dije y Enzo negó riendo – Ya estuve con Licha antes y yo la muy pelotuda volví a caer –

Estaba hablando demás pero no tenía ganas de preocuparme. Enzo me miró con una mezcla de sorpresa y diversión.

– Pero déjalo y hace las cosas bien con Paulo – sabia que tenía razón pero una parte de mi no lo quería aceptar

Termine de tomarme mi vaso en un instante y me sentí extremadamente acalorada

– Vamos a la terraza? – Enzo asintió y pagamos la cuenta antes de dirigirnos a la terraza del restaurante.

Cuando llegamos nos paramos en el barandal el cual dejaba ver la iluminada ciudad, era hermoso Qatar. Estaba re mareada y me apoye un poco en Enzo.

No entendía que estaba haciendo pero parece que mi conciencia estaba muerta y estaba en modo automático. Enzo pasó un brazo sobre mi, ¿porqué ya no sentía odio?

– Después del mundial, volves a Nueva York? – preguntó Enzo y me di cuenta que de perfil se veía hermoso.

– No, las navidades las pasó con mi papá – que bonito que estaba el cielo esa noche – igual ya lo decidí Enzo –.

Me miró confundido

– ¿Que cosa? – dijo jugando con mi mano, cualquier persona pensaría que somos pareja pero claramente no era así, solo un odio mutuo.

– Me voy a poner las pilas con Paulo y desde ahora haré todo bien –

Enzo soltó una risa y me miro burlesco

- ¿De verdad, princesa? ¿Vas a dejar de cagarla? - preguntó, manteniendo su brazo a mi alrededor.

Estaba más que decidida

– Sí, Enzo, lo haré. No necesito más complicaciones en mi vida. – respondí, sintiendo la brisa fresca de la noche.

– Quedamos en esa entonces –

Enzo respondió pensativo y de la nada el ambiente se puso tenso

– Vamos te llevo al hotel – me saco el brazo.

No entendía nada, que tarado que era.

Tarado - Enzo FernandezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora