Ya no mas mi princesa, pero si mi amada.

Conscientes del pasado.

Amity suspiro al ver la figura de su amada Luz dormir sobre su pecho, el sueño le evadía tras volver de la cena con la familia Whitebane, su mente se encontraba difusa y desconectada de la realidad mientras solo podía pensar en cómo era posible que alguien como Belos pudiera recordarlo todo o al menos ser consciente del pasado. Las palabras del rubio rondaban por su cabeza mientras buscaba la razón, ¿El por qué? el por  el jefe de la familia Whitebane y tío de Hunter pudiera tener consciencia de esto.

Su teléfono zumbaba a mitad de la noche, intercambiando mensajes con el rubio y discutiendo sobre las causas de que ambos pudieran retener sus memorias sobre sus vidas pasadas, solo tenían pequeñas teorías sobre el por qué, pero eso no era suficiente, no sin poder fundamentar del todo el por qué detrás de este evento.

- Tal vez deberías hablarlo con mi tío - Hunter le sugirió, sus palabras eran honestas, pero la idea aterraba a Amity - No te preocupes, no lo harás sola y estoy seguro de que a Belos le encantara hablar un poco sobre ello - agrego el en un segundo mensaje.

-No lo sé, en cierta forma me preocupa hablar con él, aun si estamos en conjunto hay algo sobre Belos que nunca puedo encajar del todo sobre el - Respondió ella, intentando rechazar el ofrecimiento, suspirando antes de enviar una corrección - Pero tal vez sea nuestra única pista hasta ahora . . .. espero no arrepentirme de esto.

- No te preocupes, estamos en esto juntos o acaso olvidaste mi promesa de ayudarte en esto . . . bueno no es una promesa, pero aun si no planeo retractar mi ofrecimiento de ayudarte. - Hunter señalo en su mensaje, dejando escapar una risa que Amity no podía oír.

- Bien, te vere mañana . . . ahora tengo que dormir - Amity respondió, bostezando y dando fin a la conversación, mañana podría ser el día en que descubriera el por qué la recordaba.

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- ¡Buenos días Mittens! - Fue lo primero que Amity escucho al día siguiente, abriendo sus ojos y encontrándose la cara de su novia, Luz la miraba con los ojos llenos de emoción mientras la invitaba a salir de la cama - ¡Vamos Mittens! hoy no tenemos clases, podríamos tener una cita o ir al cine o pasarnos el día entero leyendo a Azura.

Amity sonrisa ante la emoción de su novia, bañándose en la alegría que esta generaba, hasta que escucho su teléfono zumbar con un mensaje - No lo olvides - su cara se agrio al leer el mensaje.

- ¿Pasa algo Mittens? - Luz se acercó a ella, mirando de reojo la pantalla del celular de Amity y tomándolo para ver mejor- ¿Que no debes olvidar? - le cuestiono tratando de ver de ver mejor la pantalla del teléfono.

- ¡Luz! devuélveme eso, privado - Amity exclamo molesta, recuperando el teléfono y parte de su compostura en el proceso, notando la mirada baja de Luz y sintiendo una pequeña punzada de arrepentimiento - . . . perdón por eso Luz, es algo de mi familia y . . .

Luz sonrió y puso su mano sobre la suya - Lo entiendo, no te preocupes - Musito ella, volviendo a sonreírle - Tienes responsabilidades con tu familia, como yo tengo con la mía . . . o con mi mama más específicamente - un pequeño suspiro escapo de la castaña al decir esto último con un tono algo comprensivo - Lo entiendo . . .. no te preocupes.

Una pequeña sonrisa torcida se adornó sobre el rostro de Luz por un momento, Amity miro al suelo por un momento, suspirando igualmente antes de encarar a su novia, poniendo una mano sobre la mejilla de Luz - Gracias por entenderlo, Luz, pero no te preocupes aun podemos salir un rato antes de tener que atender a mis responsabilidades - musito ella, enfatizando la palabra responsabilidades.

- Así que ¿Quieres hacer primero? - Luz pregunto, recuperando parte de su entusiasmo antes de escuchar su propio estomago crujir por el hambre y sentir una ola de vergüenza reptar por su cuello hasta remarcar de rojo su rostro - ¡Oh! parece que yo si se lo que hare - mascullo ella, corriendo fuera de la habitación mientras Amity soltaba una pequeña risita, enternecida por su novia y la inocencia que podía tener a veces a pesar de todas las cosas que habían hecho en esta vida y en la pasada.