¿Recuerdan que dije que lo peor que me podría pasar era perder a Markus y a Edina? Bueno, una vez más confirmo que mi suerte resulta ser la peor de todas, porque hace al menos diez minutos estoy buscando a esta última, que juró que iba a ver si encontraba a nuestro mejor amigo, lo cual resultó ser una pésima idea y ahora probablemente estamos en diferentes secciones de la casa, sin saber a dónde ir. Mierda.
Bufo, cansada de mirar hacia todos lados y ya apagando mi teléfono, porque ni Edina ni Markus contestaron a mis llamadas, ni mucho menos a mis mensajes. Solo espero que estén bien.
Por mi lado, trato de divertirme, pero el olor a drogas, sexo, transpiración, alcohol y la música alta me dificulta esto de forma sobrehumana, sin embargo, trató de bailar un poco en medio de tanta gente, con la esperanza de poder encontrar a mis amigos antes de que finalmente me harté y decida irme sola. Joder, yo sabía que esto pasaría, vaya semana de mierda.
Aun así, trato de disfrutar de la música que resuena por todo el lugar, como si el objetivo fuera tirar las putas paredes abajo. Muevo mis caderas lentamente mientras deslizo mis manos sobre mi cuerpo, olvidándome de todas las cosas malas que están sucediendo en mi vida estos días.
Por un segundo finjo ser una chica normal que tiene toda su vida resuelta, pero no soy más que un desastre.
Solo que en medio de mi danza un escalofrío me recorre la columna vertebral y me hace poco a poco detenerme, mientras mi piel se eriza por completo. Juraría que la muerte me está mirando fijamente en este precioso momento.
Rápidamente, con mis nervios disparados, con mi respiración errática y con un sudor frío recorriendo mi espalda, comienzo a mirar a todo mi alrededor mientras esa sensación que pensé que desaparecería por estar lejos de casa volvía, solo que esta vez más letal y sumamente pesada, como si el mismísimo Lucifer estuviera presente. Comienzo a dar unas cuentas vueltas intentando saber qué es lo que me provoca esta extraña sensación, pero veo a todos bailar con normalidad, como si esa repentina vibra extraña no existiera. ¿Estaré volviéndome loca?
Eso es lo que creo, hasta que en medio de una de mis vueltas visualizo a una imponente figura de al menos un metro noventa, mirando hacia mi dirección fijamente, con sus brazos cruzados. En ese momento, sentí que mi corazón se salía de mi pecho, mientras intentaba convencerme de que esa importante silueta estaba viendo cualquier cosa menos a mí, pero a medida que mantenía la vista fija en él, solo parecía que su mirada se hacía cada vez más intensa y juraría que esta planeaba matarme de mil maneras diferentes. ¿Qué cojones?
Di un paso hacia atrás, como si esa presencia me fuera consumir y eso que no podía divisar ningún rasgo en específico, porque solo estaba en una oscura esquina y poca luz llegaba a él, por lo cual lo único que pude divisar era que llevaba una camisa blanca con algunos botones sueltos, dejando ver un pecho cubierto en tinta que parecía subir a su cuello o al menos esa son las conclusiones que saco mientras siento que el aire me falta.
ESTÁS LEYENDO
Ruleta Rusa © [+18]
Romance¿Qué sucedería si tu destino depende de un juego letal? Amelia Becker, una mujer que está en su segundo año de enfermería y es la única hija de unos importantes empresarios llamados Henry Becker y Ernestine Becker. Pero lo que ella no sabía era que...