Ruleta Rusa © [+18]

Capítulo 11

Con lentitud la mujer detrás de mí termina por acomodar mi cabello completamente liso detrás de mi espalda, haciendo que caiga de forma imponente y colosal gracias al gran largo de este.

—Señora Jäger, mi trabajo ha finalizado—concretó aquella mujer de cabello rubio platinado a través del reflejo.

Realmente era algo impensado la imagen que ahora mismo proyecta el espejo delante de mí, causándome tanta rabia como admiración. Detesto que me llamen de esa manera, pero si quería llevar a cabo mi plan necesitaba utilizar ese apellido lo más posible, aún más si el mío es grotescamente odiado en Alemania.

—Nuestro Señor la espera abajo—advirtió en un tono serio—con su permiso, me retiro.

Ante esas palabras, un escalofrío me recorre la columna vertebral mientras la excéntrica mujer se retira por la puerta detrás de mí, haciendo que la soledad penetre mis huesos una vez más. No quiero verlo ni enfrentarme a esos ojos verdes que solo quieren matarme, pero debo hacerlo si quiero darle pelea. Necesito demostrarle que yo puedo con esto, que no soy un débil que se dejara joder, ni mucho menos que soy una cobarde como Ernestina y Henry Becker.

No permitiré que me usen como moneda de cambio, ni como su forma de saldar una deuda. Yo no soy el truco de nadie, por más que me hayan creado con ese puto propósito.

Por eso mismo, cerré la puta boca cuando Isaak, el hombre moreno que golpeé el otro día y el aliado de Adler, me informó que tendría que asistir a una importante fiesta de negocios junto a este último, para comenzar a hacer presencia en este mundo que tanto aborrezco. No quería hacerlo, pero simplemente asentí con ese hombre a metros de mí, defendiendo que no quería ser noqueado una vez más y me fui en dirección a la habitación de invitados en la cual permanezco, ya que me niego a compartir cama con aquella Bestia.

Por eso, luego de que una mujer me preparará con un peinado simple y refinado junto a un maquillaje sencillo, pero lleno de glamour, ya tenía un gran vestido caído en color negro junto a unos tacos agujas a juego, solo me mantengo firme sin parecer la misma mujer que lloraba en una esquina porque me lo habían quitado todo, aunque en el fondo sigo siendo esa mujer que se siente una niña traicionada y abandonada, pero debo ser fuerte, es la única manera de sobrevivir a esto. Además, no puedo permitir que mis padres, ni mucho menos Adler, ganen pensando que soy una simple presa que pueden vender a su antojo, ni siquiera puedo pensar en que la muerte de mis amigos sea en vano. No puedo irme sin luchar.

Suspiro mientras comprendo que esto será difícil, después de todo, yo no tengo conocimiento de este mundo, no sé la razón por la que mis padres traicionaron a la mafia Alemana, ni tampoco tengo la fuerza necesaria para hacerles frente, pero tengo ingenio y principalmente la valentía para convertirme en una gran cabeza con poder. ¿Cómo haré todo esto sin saber absolutamente nada? Aún no lo tengo claro, pero debo ser valiente y entender que el miedo solo me mandará al muere.

Me convertiré en la mujer más poderosa sin importar lo que deba de hacer, al fin y al cabo, ya no tengo qué perder, porque me lo quitaron todo. Será un trabajo difícil, pero ya mi propio nombre indica que seré dueña de él y que está en mi maldita sangre esforzarme por lo que quiero.