My destino eres tu

Capitulo 29

Después de admirar la habitación del bebé, Katsuki e Izuku se encontraron en el acogedor salón de su nueva casa. Izuku no podía dejar de sonreír mientras abrazaba su barriga, emocionado por la nueva vida que estaban construyendo juntos.

— Kacchan, esto es increíble. No puedo esperar a que Riku llegue y llene este lugar de risas y alegría —dijo Izuku, con los ojos brillantes de emoción.

Katsuki se acercó y le rodeó con sus brazos. — Va a ser genial, Zuzu. Y sobre lo de mudarnos, pensé que podríamos hacerlo gradualmente en los próximos días. Podemos empezar a traer algunas cosas esenciales y hacer de esta casa nuestro hogar poco a poco.

Izuku asintió, agradecido por la consideración de Katsuki. — Sí, eso suena bien. No quiero apresurar las cosas, pero al mismo tiempo, no puedo esperar para despertar cada mañana en este lugar junto a ti.

— Entonces, ¿qué dices si empezamos hoy mismo? Podemos traer algunas cosas básicas y pasar la noche aquí. Mañana nos encargamos de llevar más cosas.

Izuku asintió con entusiasmo. — ¡Sí, Kacchan, estoy listo! No puedo esperar más para llamar a este lugar nuestro hogar.

Juntos, comenzaron el proceso de mudanza, llevando consigo algunas pertenencias importantes. Katsuki había coordinado con sus amigos y familiares para que les ayudaran en el traslado, y pronto se encontraron rodeados de cajas en su nueva casa.

Ya tenían viviendo dos semanas en su nueva casa, Izuku iba solo medio dia a la oficina para ayudar a capacitar a Momo, Tenya estaba haciendo un muy buen trabajo con el manejo de la empresa. Katsuki sabia que conforme se acercara la fecha de parto seria mas complicado moverse y preferiría que estuviera en la tranquilidad de su hogar.

Esa tarde Izuku tenia la visita de Denki en su casa, quien le estaba mostrando los preparativos de la boda con Eijiro y se encontraba muy emocionado, mientras hojeaban catálogos de trajes para omegas y discutían detalles de la ceremonia. Izuku, con su pancita de embarazo visible, se unió a la emoción de Denki, imaginando lo hermoso que sería el día de la boda de su amigo.

— Zuzu, estoy tan emocionado por la boda. ¡Eijiro y yo queremos que tú y Katsuki estén ahí con nosotros como testigos! —exclamó Denki, mostrando un brillo de felicidad en sus ojos.

Izuku sonrió ampliamente. — ¡Claro que sí, Denki! Estaremos encantados de ser parte de ese día tan especial para ustedes dos. Además, creo que Riku ya estará aquí para entonces, ¡así que tendrá la oportunidad de presenciar su primera boda!

Denki asintió emocionado. La tarde continuó entre decisiones sobre el pastel de bodas, mientras Izuku disfrutaba de los preparativos y de la compañía de su amigo.

Cuando la tarde llegó a su fin, Denki se despidió con entusiasmo, prometiendo regresar pronto para seguir planificando. Izuku, ahora solo en casa, se recostó en el sofá, acariciando su vientre con cariño. Al poco tiempo llego su Alfa

—Hola, amor, ¿te divertiste con el Pikachu? — Saludo dándole un suave beso en los labios y acariciando su pancita de casi 6 meses.

Izuku sonrió al sentir los labios de Katsuki sobre los suyos y las cálidas caricias en su vientre. — Sí, Denki me mostró tantas cosas emocionantes para la boda. Estoy tan feliz de que vayamos a ser testigos de su día especial.

Katsuki se sentó a su lado en el sofá, acariciando suavemente el cabello de Izuku. — Eres increíble, Zuzu. Estoy emocionado de que nuestra familia esté creciendo, y ver a Riku aquí pronto hará todo aún más perfecto.

Sin embargo, la expresión de Izuku cambió de repente. — Oye, Kacchan, ¿te importaría traerme algo dulce? De repente, tengo un antojo irresistible de algo así.

Katsuki sonrió ante la petición de su omega. — Por supuesto, amor. ¿Qué te gustaría? ¿Helado, galletas, chocolate?

Izuku pensó por un momento y luego sonrió. — ¿Podrías traerme esos dulces rellenos de crema que tanto me gustan? Creo que los tienen en el super que esta cerca de aquí.

Katsuki se levantó — ¡Claro, mi amor! Voy a traerte esos dulces. No te muevas de aquí.

Izuku rió suavemente mientras veía a Katsuki salir de la casa. Se sentía agradecido por tener a alguien tan atento y cariñoso a su lado. Mientras esperaba a su alfa, acarició suavemente su barriga, pensando en la dicha que les esperaba con la llegada de Riku y en la dulces que Katsuki pronto traería.

Katsuki salió de la casa decidido a satisfacer el antojo de su amado Izuku. Mientras caminaba hacia el supermercado cercano, disfrutó del aire fresco de la tarde. Al llegar al lugar, entró con la idea de encontrar rápidamente esos dulces rellenos de crema que tanto le gustaban a su omega.

Sin embargo, mientras exploraba los pasillos llenos de opciones de dulces, se topó con Shoto. Katsuki arqueó una ceja, sorprendido por el encuentro.

— Bakugo, ¿qué haces aquí? —preguntó Shoto, mostrando una expresión tranquila pero amigable.

— Comprando antojos para Izuku. Quiere esos malditos dulces rellenos de crema. ¿Y tú? —respondió Katsuki.

Shoto sonrió levemente. — Ah, entendido. Yo estoy aquí porque a Touya se le ocurrió caerme de sorpresa a mi casa y esta preparando la cena, pero se le olvidaron algunos ingredientes y me mando por ellos

Katsuki asintió — Tus hermanos tienen la costumbre de invadir tu casa como si fuera la suya

—Si, pero no me molesta, no aun, si formalizo mi relación con Hado supongo que ya no les dare tanta libertad como ahora

Katsuki rió ante la respuesta de Shoto. — Sí, supongo que es parte del paquete cuando tienes hermanos. Pero bueno, yo estoy aquí por el antojo de Izuku. ¿Alguna recomendación de dulces mientras estoy aquí?

Shoto pensó por un momento y luego señaló una sección de chocolates. — Estos chocolates rellenos de avellana son increíbles. Ya sabes, para variar un poco. A Fuyumi le encantan, y creo que Izuku podría disfrutarlos también.

Katsuki asintió, agradeciendo la sugerencia. — Buena idea, Todoroki. Traeré una variedad. Izuku siempre aprecia algo diferente de vez en cuando.

Después de recoger los dulces recomendados por Shoto, Katsuki se dirigió a la caja para pagar. De vuelta en casa, Katsuki entró con la bolsa de dulces y encontró a Izuku acurrucado en el sofá. Le entregó la bolsa con una sonrisa.

— Aquí están los dulces rellenos de crema que pediste, y también encontré estos chocolates de avellana. Shoto sugirió que podrían ser una buena opción para variar. ¿Qué dices, Zuzu?

Izuku tomó la bolsa con una sonrisa de sorpresa. — ¡Kacchan, eres increíble! Gracias por pensar en algo diferente. Y gracias a Shoto también.

Katsuki se sentó junto a Izuku, abrazándolo con cariño. — Shoto tuvo una buena sugerencia. Pensé que podríamos probar algo nuevo esta vez.

Izuku abrió la bolsa y probó uno de los chocolates de avellana. Su rostro se iluminó con deleite. — ¡Están deliciosos! Creo que Shoto acertó. Y gracias a ti, amor, por siempre hacer todo tan especial.

—Lo que sea para mi amado omega