𝐒𝐈𝐍𝐀𝐓𝐑𝐀 𝐍𝐄𝐆𝐑𝐎

◈𝟐𝟎|𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐍𝐙𝐀 𝐘 𝐏𝐎𝐒𝐈𝐁𝐈𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃𝐄𝐒

Todas las mujeres Kim y Min esperaban a sus hombres en la sala principal de la villa de Los Legionarios. A lo lejos escucharon el ruido de los motores de sus vehículos. Todas las mujeres se pusieron de pie, esperanzadas a que sus maridos entraran por la puerta. Gwen permaneció sentada.

Entraron todos los hombres y al final Taehyung entró, con la ropa sucia, manchada de sangre y polvo, y el rostro marcado por la fatiga y la sombra de lo que acababa de hacer. Gwen se levantó de inmediato, sus ojos recorriendo cada rincón de su figura, buscando cualquier señal de herida. La preocupación en su rostro era palpable, pero también había algo más: una mezcla de miedo y confusión. Era consciente de las cosas terribles que había pasado Taehyung, y sabía que la batalla que acababa de librar no había sido solo física.

Sin pensarlo, corrió hacia él, sorpresivamente, envolviéndolo en un abrazo firme y tembloroso. Taehyung se quedó quieto por un momento, sintiendo el calor y la preocupación de Gwen envolverlo como un escudo contra todo lo que había pasado. Cerró los ojos y hundió su rostro en el cabello de ella, dejando escapar un suspiro pesado. No era el tipo de consuelo que esperaba, pero en ese abrazo sintió una pizca de la paz que tanto necesitaba.

⸺¿Estás bien...?⸺susurró Gwen, su voz quebrándose un poco mientras acariciaba su espalda con cuidado, evitando las manchas de sangre y tierra.

Taehyung no respondió de inmediato. Sus manos descansaban en la cintura de Gwen, inseguras de cuánto sostenerse o cuánto dejar ir. Las palabras se le atascaban en la garganta; había tanto que quería decir, pero el peso de lo que acababa de hacer con Ryujin lo mantenía en silencio. Finalmente, apartó la mirada, incapaz de sostener la intensidad en los ojos de Gwen.

Taehyung se dejó caer en el sofá cercano, llevándose a Gwen con él. El peso de todo lo que había pasado finalmente se desplomó sobre sus hombros, pero en ese momento, con Gwen a su lado, sintió que tal vez, solo tal vez, había una posibilidad de redención. De empezar a sanar. Gwen apoyó su cabeza en su hombro, y juntos se quedaron en silencio, compartiendo la carga de los eventos recientes, pero también el tenue destello de luz que aún ardía en medio de la oscuridad.

Taehyung y Gwen permanecieron en silencio por un largo rato, escuchando el eco distante de las voces fuera de la sala. La quietud era densa, cargada de todo lo que no se había dicho entre ellos. Gwen mantenía su cabeza apoyada en el hombro de Taehyung, pero podía sentir la rigidez en su cuerpo, la lucha interna que se libraba dentro de él. Lentamente, ella levantó la cabeza y lo miró, encontrando en sus ojos la confusión y el dolor que había aprendido a reconocer.

⸺Taehyung...⸺ susurró Gwen, con la voz suave pero firme. ⸺Sabes que puedes decirme lo que sea.

Él la miró, sus ojos oscuros y llenos de una mezcla de vulnerabilidad y determinación que rara vez dejaba ver. Tomó una respiración profunda, como si se preparara para saltar desde un precipicio.

⸺Gwen, lo siento... lo siento de verdad.⸺ Sus palabras salieron en un tono bajo, pero cada una estaba cargada de sinceridad. ⸺Por todo lo que te hice pasar, por todo el daño... No hay excusa para eso.