◈𝟏𝟗|𝐄𝐋 𝐒𝐈𝐍𝐀𝐓𝐑𝐀 𝐍𝐄𝐆𝐑𝐎

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La villa estaba envuelta en un silencio tenso, un preludio del caos que estaba a punto de desatarse

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La villa estaba envuelta en un silencio tenso, un preludio del caos que estaba a punto de desatarse. Namjoon observaba su computadora en su escritorio, donde un mapa de la ciudad parpadeaba con puntos rojos y azules, cada uno representando a un miembro de Los Legionarios o de La Nueva Orden. Todos en la sala podían sentir la tensión acumulada; los hermanos de Taehyung estaban en sus posiciones, listos para el enfrentamiento. Pero Taehyung no estaba allí.

El Sinatra Negro se encontraba en su habitación, las manos temblorosas y el corazón acelerado. Sabía lo que se avecinaba, pero había algo diferente esta vez: no era solo una pelea más. Era una confrontación con su pasado, con Ryujin y Chan, con los fantasmas que lo habían atormentado desde su secuestro. Seungmin, San, Jungkook, y Minho habían insistido en mantenerlo al margen, queriendo protegerlo, pero Taehyung había tomado una decisión. No podía seguir siendo el protegido; necesitaba ser el protector.

Desde el momento en que Los Legionarios se dieron cuenta de que la infiltración a sus servidores había sido orquestada por La Nueva Orden, Namjoon sabía que no podían permitirse ningún margen de error. El grupo rival había demostrado ser astuto y peligroso, y cualquier paso en falso podría costarles mucho más que dinero o territorio: la seguridad de su familia estaba en juego. Convocó a una reunión urgente en la villa, donde todos los miembros clave se reunieron alrededor de un mapa digital que mostraba los posibles escondites de sus enemigos.

Nawu, la hacker y amiga de Min Yoongi (personaje de: Seúl de Media Noche), estaba trabajando con el equipo de Los Legionarios, ella era una de las mejores hackers que habían. Nawu ya había estado trabajando en rastrear el IP utilizado para la infiltración. Sabía que La Nueva Orden no sería tan descuidada como para dejar rastros fáciles de seguir, pero también confiaban en su habilidad para desenredar las capas de seguridad que Chan y Ryujin habían montado. Los Legionarios esperaban cualquier información, una pista, un error que los llevara a sus enemigos.

 Las horas se hicieron largas mientras Nawu navegaba a través de firewalls, proxies y trampas digitales diseñadas para confundir y desviar su búsqueda.

⸺¡Lo tengo!⸺ anunció Nawu finalmente, con una mezcla de satisfacción y sorpresa. Su pantalla mostró una serie de coordenadas que señalaban una vieja fábrica abandonada en las afueras de Seúl, un lugar que había sido desechado y olvidado por la mayoría. ⸺Es un escondite temporal, pero Chan y Ryujin lo han estado usando para operaciones clandestinas. No estarán allí mucho tiempo, pero es su mejor oportunidad.

Namjoon asintió, sus ojos fijos en las coordenadas. Sabía que debían moverse rápido antes de que La Nueva Orden desapareciera nuevamente. Convocó a sus hijos y sobrinos, dividiendo a Los Legionarios y a los Jinetes (Nombre de la mafia Min) en equipos con tareas específicas: reconocimiento, asalto y respaldo. 

Nadie podía darse el lujo de equivocarse.

⸺Nosotros los encontraremos primero.⸺ había dicho Namjoon, y ahora, el peso de esas palabras se sentía en cada paso que daban hacia el territorio enemigo. Las sombras de la noche se alargaban a su alrededor mientras avanzaban con armas en mano. Este no era solo un enfrentamiento por territorio, era por la familia, por Wooyoung y todo lo que les habían arrebatado.

𝐒𝐈𝐍𝐀𝐓𝐑𝐀 𝐍𝐄𝐆𝐑𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora