Cap. 15

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10 años atrás...



Satoru Gojo era un idiota rico que su padres habían enviado a una escuela publica porque había chocado el automóvil clásico de su abuelo contra un árbol tres meses atrás, el joven había salido solo con algunos rasguños en los brazos y en el rostro. Pero su abuelo al enterarse casi le daba un infarto.

Era un peligro para su propia integridad física en muchos sentidos y las amistades que lo rodeaban no ayudaban, todos hijos de personas ricas del país que tenían suficiente dinero como para darse el lujo de silenciar cualquier rumor o delito infligido. Muchos de los amigos del albino se cuestionaban el hecho de que haya sido enviado a una escuela pública y no a algún internado internacional justo antes de entrar a la universidad.

La cosa era sencilla Satoru había estado en todos los internados del país y se las había arreglado para ser expulsado o realizar tantas fugas que su padre se moría de vergüenza por el simple hecho de tener que regresar.

También influye su abuelo, el principal afectado con la última artimaña del albino, quien había sido despojado de su automóvil clásico heredado de su padre, era una herencia familiar, que en algún momento llegará a las manos de Gojo, si tan solo pudiera mantenerse quieto y sin meterse en problemas.

— ¡Hey Satoru! ¿Vendrás al bar esta noche? —se escuchó una voz del otro lado del teléfono cuando el albino por fin contestó.

Estaba en un descanso entre clases recostado en un árbol mientras observaba como algunos compañeros jugaban basquetbol en la distancia, la cancha era de cemento y estaba al aire libre, el albino no comprendía eso.

— ¡Seguro, es viernes no puedo faltar! —contestó mientras jugaba con una ramita.

— No nos puedes dejar tirados de nuevo, comienzo a creer que nos has cambiado por alguno de esos compañeros tuyos y eso no estaría cool —Takeshi Uguchi era hijo de un importante político y una heredera de una cadena hotelera, era amigo/conocido del albino desde que tenía conciencia, sus familias solían frecuentar los mismos círculos y algunas fiestas, casi de la misma edad fue fácil que conectaran en un lugar donde sólo había adultos hablando de negocios y dinero, también era uno de los principales causantes del mal comportamiento de Gojo.

A la madre de Satoru no le gustaba en lo más mínimo Takeshi, pero eso no influía mucho en las decisiones de amistad de su hijo.

— ¿Cómo puedes creer eso de mi? —el albino soltó una carcajada mientras tiraba la ramita a Shoko quien llegaba a su lado, la chica le hizo una seña con el dedo medio.

— A uno le da que pensar el hecho de que tus padres accedieron a meterte a un lugar que está muy por debajo de nuestra categoría...

— No digas tonterías, aquí estudia también Shoko...

— Lo dicho, muy por debajo de nuestra categoría

La sonrisa que adornaba el rostro del albino se cayó mientras observaba como la chica castaña le entregaba una caja de boquis de fresa para que tomara uno. El ambiente cambió drásticamente de un momento a otro, Shoko lo noto, los ojos del albino no auguraban nada bueno.

— ¿Con quién hablas? —pregunto intentando distraerlo de lo que sea que cruzara su mente.

El de ojos azules solo le negó con la cabeza, nadie gesticuló con los labios.

— Takuma mencionó que él pagaría la primera ronda, aunque creo que eso no debería de ser justo cuando el maldito bar es de su padre —Takeshi seguía riendo mientras comentaba lo siguiente.

El esposo del profesor ¹ ↦SugusatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora