El esposo del profesor ¹ ↦Sugusato

Cap. 8

La comida familiar de Satoru estuvo bien, su madre estaba riendo mucho, su padre se veía un poco tomado y se había alejado con su hermano hacía algunos momentos para fumar en el patio de la mansión.

Utahime estaba cerca de él mientras evitaban que Yuno y Natch sus primos menores se entrometieron en sus conversaciones.

— ¿Entonces por qué no vino tu esposo? —la mujer al igual que la mayoría de los adultos de la casa se encontraban algo tomados.

— No quiero hablar sobre eso —dijo el albino mientras le daba un trago a su copa de vino, algunos miembros del personal de la casa ya limpiaba el comedor.

— ¿Qué hiciste esta vez? —preguntó segura Utahime mientras elevaba una ceja.

El albino la miro por unos segundos y luego miro el centro de mesa, estaba consciente de que se había equivocado pero eran las ocho de la noche de un domingo, la discusión fue el viernes por la noche mientras estaba tomado y hasta ese momento Geto no había contestado ninguno de sus diez mensajes que envió desde que se despertó por la mañana.

Para este punto Satoru ya no sabía si pedir disculpas o enojarse por estar siendo ignorado por su pareja, ni cuando Geto se encontraba fuera del país se sentía tan solo.

— Discutimos el viernes —mientras veía como ambas cejas de la mujer subían agrego— Bien, inicie una discusión mientras estaba borracho.

La pelinegra se sintió más conforme con la explicación.

— ¿Por qué?

— Metió una mujer que no conozco a la casa y un paparazzi les tomó foto saliendo de casa ahora las fotos están por internet —dijo mirando la copa de vino en sus manos.

— ¿Qué? ¿Como?

— Ah, y lo hizo mientras yo estaba en la ducha, después de que llegara del trabajo —se bebió por completo la copa de vino.

Utahime solo miraba al albino con su copa de vino a medio camino a su boca, Satoru por su parte golpeó la mesa con la suya llamando la atención de los demás miembros de la familia que se encontraban aún en el comedor.

— Lo lamento —dijo para luego ponerse de pie y subir las escaleras rumbo a su antigua recámara.

A medio camino mientras veía el suelo le gritó a su madre que se quedaría esa noche.

La Sra. Gojo miró a Utahime desde su lugar al otro lado del comedor preguntando con la mirada, la pelinegra solo asintió y salió detrás del pelinegro.

El albino estaba a punto de cerrar su puerta cuando su prima apareció por el corredor casi corriendo.

— ¡Ni se te ocurra cerrar esa puerta! —le señalo con un dedo.

Satoru solo negó con la cabeza y luego se lanzó boca abajo sobre la cama.

— ¿Qué demonios fue eso? —pregunto entrando y cerrando la puerta detrás de ella.

El de ojos azules murmuró algo aun con la cara enterrada en el colchón por lo que no se entendió mucho lo que dijo.

— Okay, bien —dijo la mujer mientras sacaba su celular de los vaqueros— ¿Cuándo dices que salieron las fotos? Espera... —se interrumpe a medio camino— ¿Te dijo quien era la mujer? ¿Contesto tus preguntas?

Gojo volvió a murmurar algo aun con la cara enterrada en la cama.

— ¡Saca la maldita cabeza de ahí!

Se giró para mirar a Utahime en medio de su habitación:— No me contesto, la discusión fue tan extraña por mi estado de ebriedad y el solo me preguntaba que sucedía...