Damian, junto a sus Pokémon, se encontraban entrenando con bastante determinación, usaban los árboles patas practicar y reforzar sus movimientos, y poder hacerse más fuertes, y así enfrentarse a diversos entrenadores. El solo pensar en enfrentarse a otros entrenadores, llevaba a de emoción a Damián, y su entusiasmo era compartido también por sus Pokémons.
-Sprigatito ¡Usa arañazo!-.
Sprigatito hace un buen corte en el el árbol con su arañazo.
-Ahora, Fletchling ¡Usa ala de acero!-.
Fletchling carga una gran fuerza en una de sus alas, y volando, se dirije al árbol, y le da un gran golpe con su ala.
-Bien hecho, Sprigatito, creo que es hora de poner a prueba el movimiento que estuviste practicando-.
La Sprigatito, con un maullido le indica a Damián que está lista.
-Sprigatito ¡Usa hoja mágica!- .
Sprigatito, genera de ella, un cantidad considerable de hojas, solo que estás resplandecen, y luego se dirijen velozmente al árbol, pero las hijas no tuvieron mucha fuerza, y chocan ligeramente contra el árbol.
-Meh, aún podemos mejorarlo después, por ahora, nos merecemos un descanso, en especial ustedes- Dice mientras se sienta, recargando se sobre el árbol.
-Vengan, creo que tengo unas cuantas bayas en la- Damian se detiene, ya que se da cuenta que no haya ninguna baya en su mochila.
-Rayos, para colmo no hay bayas en este árbol, y los únicos con bayas estan en esas colinas. Bueno, que más da, vamos Spri y Fletch-.
Los Pokémon ponen cara de cansancio y molestia.
-Oigan, ustedes no tiene por qué quejarse, viajan sobre mi ¿Lo olvidan?-.
Al recordarlo, los Pokémon ya no actuaron para no tener que ir, y se suben sobre Damian, Sprigatito en su cabeza, y Fletchling en su hombro. Damian comenzó a subir, ascendiendo un poco lento, ya ya ella colina era un tanto empinada.
-*jadeo* Odio subir colinas- Dice Damian para si mismo.
De rrepente, Damian logra sentir, un pequeño temblor, que lentamente se va haciendo más fuerte, hasta que logra ver al otro lado de la colina, está subiendo una chica con una falda y botas azules, con camisa rosa, pelo largo y castaño, y también lleva un sombrero de paja con un moño igualmente azul. La chica se ve bastante alterada, como si estuviera huyendo de algo.
-¿Que rayos está pasando?- menciona Damian, un poco confundido.
La chica agita las manos al aire, y aparece que esta por decir algo.
-¡Cuidadoooooo!- Advierte la chica, que aún está un poco lejos.
-Cuidado de q- Damian interrumpe su frase, ya ve que la chica si estaba huyendo de algo.
Damian logra percatarse de que una estampida de Tauros se acercaba rápidamente.
-¡Esto no se ve para nada bien!- Dice Damian un poco preocupado.
Se da la vuelta, y se da cuenta de que si los Tauros continuaban con su camino, causarían destrozos en el pueblo. Fletchling la da un pequeño picoteo a Damian, y se cuando tiene su atención va volando en dirección a los Tauros.
-Buena idea Fletchling, si los distraen podemos alejarlos del pueblo. Spri, ¿Crees que puedas distraer a unos también?- Le dice Damian al Pokémon.
Sprigatito maulla indicando que está decidida a hacerlo.
-Bien, yo me encargaré de ayudar a la chica, y luego los ayudaré a ustedes a llevar a los Tauros a un lugar en que los puedan contener
Los Pokémon y Damián comienzan con su plan. Fletchling Usa ala de acero y golpe al suelo, cerca de los Tauros, llamando la atención de varios. Sprigatito toma la atención de los demás, gruñendoles, parece que los dos Pokémon tenían la atención de todos los Tauros, pero aún faltaba uno, y ese estaba persiguiendo a la chica. De manera sorprendente, Damian corre directo a la chica, la carga, y en una sorprendente movimiento, da un salto en la cabeza del Tauros, y luego cae de pie con la chica aún en sus brazos. El Tauros no pudo estabilizar su velocidad, y termino chocando con un árbol, en donde sus cuernos se quedaron atorados.
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Mi legado (Pausada por tiempo indefinido)
Fiksi PenggemarDamian en un chico de 16 años que vive en la región de Paldea, su sueño siempre fue convertirse en una leyenda como entrenador Pokémon. Damian incia su aventura, con la esperanza de no solo convertirse en un gran entrenador, si no que también vivir...