Foxy Eyes - Seth Clearwater

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Oficialmente la guerra contra el ejército de neófitos es un peligro real, es por eso que Jasper le ha comenzado a enseñar a todos incluido los metamorfos a como destruir a los neófitos.

Durante los entrenamientos tanto Seth como Hikari tienen problemas para concentrarse, sin poder controlar bien sus ganas de simplemente acercarse a jugar entre ellos, es algo feo para ambos ver como la relación entre el clan de Hikari y la manada de Seth es tan tensa y fría, pensando que tarde o temprano deberan aprender a tolerarse ya que si el destino ya marcado se cumple y ambos terminan emparejados ambos deberán aprender a tolerarse y convivir.

Siguiendo los consejos de guerra de Jasper, Ahora estaba en una de las montañas más altas del bosque para planear como y dónde será el combate, Hikari acompaño a su primo Edward, a Bella y Jacob a las montañas. Los tres adolescentes (bueno, los adolescentes y Edward) empezaron con sus cosas de ser el triángulo amoroso protagonista, Hikari puso los ojos en blanco y algo aburrida por como empezaban a pelear con lo mismo de siempre lentamente se hizo hacia atrás y se dio la vuelta, siguiendo investigando la punta de la montaña, nadie noto que la chica se alejaba, ni siquiera Edward que era su responsable a cargo.

La chica se alejo caminando por el bosque disfrutando de dejar de escuchar tanta discusión por un momento, honestamente su opinión del tema estaba poco construida, para ella era mucho mejor si bella simplemente desaparecía, no porque le cayera mal la muchacha pero, sentía que todo era demasiado dramático para lo que en realidad solo parecía un tema de niños. Pensaba que Edward estaba demasiado viejo para estarse con estos dramas, aunque trataba de pensar lo menos posible en ello ya que al fin y al cabo Edward podría escucharle.

— Es muy idiota separarte de tu hermano con los neófitos dando vueltas —

La voz de Leah saco a Hikari de su tranquilidad, haciéndola saltar y darse la vuelta. La madera de los árboles era igual al color pardo de los ojos de Leah, algo que seguramente podrían haber heredado de su padre porque tenían un brillo muy distintivo que solo había visto en ella y su hermano.

— Si tu quieres seguir escuchando el drama adolescente estás en todo tu derecho, creo que prefiero morir —

Dijo divertida Hikari, Leah la miro con algo de entendimiento.

— Créeme que no hay nadie que sepa mas que yo de escuchar cosas molestas —

Ambas rieron divertidas, era extraño pensar que ambas tan distintas como eran al fin y al cabo se llevaban muy bien.

— Además, si te pasa algo mi hermano se muere contigo así que.. ahora también eres mí responsabilidad —

Las palabras de Leah sonaron algo agrias, cuando Hikari volteo para verla a los ojos no pudo identificar si eso iba a tono de reclamo o a tono de aceptación.

— Lo siento por eso... Todo eso me pone algo triste —

Murmuró la chica bajando la mirada a los verdes pastizales, realmente ella se sentía algo confundida con la situación, ¿Que significaba exactamente tener la vida de Seth en sus manos? Sonaba una locura el que literalmente no pudiera vivir sin ella, especialmente por lo poco que se conocían en realidad.

— No te disculpes.. no es tu culpa y lo sé, además.. no me molesta cuidarte a ti también.. entre tanta testosterona tener a una chica que sabe del secreto y con la que puedo hablar suena una maravilla —