Foxy Eyes - Seth Clearwater

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Instintivamente Seth se puso por delante de Hikari, aunque ambos adolescentes tenían la respiración acelerada.

- ¡Quédate detrás de mí! -

- ¡Pero soy yo a la que quiere! -

- Precisamente por eso.. -

Seth murmuró y cuando quisieron volver a ver lo tenían ahí enfrente de ellos, un joven de no más de 16 años, todo cubierto de sangre y con unos ojos rojos que provocaban nauseas de lo intensos que eran.

- A ver niños, ¿quien de los dos es el que huele tan maravillosamente? Me han hecho desobedecer a Riley para venir así que no les recomendaría resistirse -

Su voz era áspera aunque no era gruesa, más bien era algo chillona, como un adolescente con mucho catarro, era en parte hasta graciosa pero ninguno de los dos parecía tener ganas de reír al escucharla.

- Yo, y es porque soy un metamorfo... No te acerques si no quieres terminar sin la cabeza -

Usualmente Seth empezaría a correr para llamar a Sam o otros miembros de la manada antes de actuar, no por miedo o falta de valentía, si no que Sam había sido bastante claro en lo peligroso que podía ser enfrentarse a un vampiro por si solo, si te rodeaban con sus brazos te podrían aplastar fácilmente y no era seres que pararan hasta no asegurarse que definitivamente no estabas respirando. Seth dijo esas mentiras mientras mantenía a Hikari detrás de el, está mientras tanto solo veia al vampiro pensando que hacer, aun que finalmente dejo su mochila caer al suelo.. suponiendo que había una sola salida para esto.

- Seth, hay que transformarnos... -

Susurro ella en el hombro del más alto.

- No, tu corre, es muy peligroso, avisa a la manada, yo lo entretengo -

- ¡Ni pienses que te voy a dejar solo! Es un neófito, son mucho más peligrosos que un vampiro tradi- -

Ambos se murmuraban sin embargo fueron interrumpidos por el impaciente vampiro a quien su sed de sangre no le engañaba y tenía muy en claro que lo que dijo Seth eran mentiras, ya que su olor se podía distinguir pero a pesar de ser fuerte no disipaba al de Hikari.

- No me engañas niño, la quiero a ella -

Sentenció el vampiro mientras se abalanzó hacia ellos, cortando la distancia de cinco metros que había en menos de tres segundos.

- ¡Seth! -

Fue todo lo que Hikari llego a gritar para que luego ambos en menos de un segundo fueron dos criaturas gigantes, un gran lobo café claro y un gran zorro anaranjado con sus patas y cola llenas de manchas blancas con negro.

Ambos seres saltaron fuera de dónde había apuntado el vampiro, uno hacia cada lado, pero el ser, aunque un poco desconcertado se volvió a abalanzar ahora contra el gran zorro apuntándole al cuello.

- ¡Dios ahora hueles incluso mejor! -

Se escuchó su grito eufórico, por suerte Hikari logro enderezarse fallando en atraparlo entre sus dientes, llevándose un golpe bastante fuerte del vampiro por esto, que la hizo soltar un chillido. Luego de un gruñido escalofriante, Seth saltó desde detrás del vampiro para tomarlo por la espalda, el vampiro trato de tomarlo entre sus brazos mientras el lobo hacia esto, pero el zorro reaccionó mordiéndole un brazo hasta quitárselo, casi como si de una muñeca de plástico se tratara.