Un profesor de baile de un pequeño pueblo lo deja todo y se va a hacer un viaje por las montañas completamente solo. Espera que este viaje le ayude a encontrar el camino que quiere en su vida y quizás dejar de esconderse.
¿Quién le iba a decir que...
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La recepción totalmente desierta daba a un salón principal con paredes de piedra y adornos de madera. Al fondo, casi 20 metros más allá había una chimenea. Han entraba detrás de Minho curioseando el entorno, hasta llegar a los grandes sillones para dejarse caer.
- ¿Cansado?-Pregunta Minho llegando a su lado.
- Depende... Para qué-Sonríe juguetón pero la cabeza descansa perezosa en el respaldo.
- Estamos cansados...-Concuerda con la sonrisa tonta que últimamente siente que le sale a cada momento.
- Si... Creo que si...
Dentro la temperatura era sin duda más agradable pero las chaquetas seguían puestas. Las miradas divagaban por la estancia, tratando de mirar el entorno y no solo al otro. Minho seguía de pie, se mantenía estático sabiendo que no estaba listo para lo que debían hacer.
- Minho... -Comienza Han quitandose por fin la chaqueta y dejando que Dori tanteara la zona
- No estoy listo...
- Ya... Nunca es el momento pero... -Dice sacando su móvil del bolsillo.
- Nunca pensé que tu serías el sensato de los dos...
- Me ofendería, pero yo también estoy sorprendido-Se ríe grande.
Los nervios le siguen pulsando en los dedos, deja a Han en el salón y él comienza a organizar las maletas, las chaquetas, aprovecha para ir al baño, sube a las habitaciones y saca las sábanas del trastero de la recepción, también mantas. y todas las pequeñas tonterías que no tienen la mínima importancia ahora. En la despensa del refugio siempre hay varias bolsas de comida no perecedera, latas y ramen, si conseguía hacer funcionar el gas podría calentar agua y comer caliente por primera vez en-casi- tres días.
- Tengo que salir a encender la caldera, porque la llave de paso del gas está en la parte de afuera-Explica
- Solo estás tratando de evitar-
- Han-Le corta-Puedo hacerte ramen calentito, hay priorida-
- Minho... -Intenta usar su voz más conciliadora porque sabe que no tiene derecho ninguno a obligarle.
- Será un momento-Replica mientra sale por la puerta robusta sin más abrigo que su sudadera.
No es que Han quiera presionarle pero, tienen que hacer algo, está tratando de ser alguien fuerte por Minho. Suena absurdo cuando el ni siquiera puede ser fuerte para él mismo, pero tiene que haber un momento ¿No? El punto de inflexión en el que el prota se da cuenta que tiene que actuar y salvar la historia. No es que sienta que es el prota pero si que tiene que aprender a sentirse como uno. Entre tanto Minho vuelve, tiritando con la cara y las manos rojas, va a la cocina y comienza a trastear con envoltorios y alguna olla. Han deja que Dori le salte por encima mientras él se hunde un poco en el sofá. Comprueba su teléfono: 35 llamadas perdidas, más de 100 mensajes, 12% de bateria. Se fija en el último mensaje, es de Chan "Si no has dado señales de vida esta noche llamaré a tu padre". Oh mierda, eso era peor incluso a que llamaran a la policía. No se lo pensó mucho cuando se dio cuenta de que eran casi las 12 de la noche. Le escribió un mensaje corto a Chan, como una fe de vida "Estoy bien, tuve un problema y necesito algo de tiempo, cubreme". Cuando comprobó el tick de que se había recibido el mensaje cerró la aplicación y bloqueó a Chan para que no pudiera acosarle a llamadas. Poco después Minho colocaba delante de su cara un bol humeante de ramen.
