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𝐋uego de salir del consultorio del doctor Lee Felix, se encaminó directamente al restaurante donde HyunJin lo esperaba para cenar y pasar una velada tranquila disfrutando de la compañía, y cariño mutuo que destilaban.

Seguro beberían unas cuantas copas de vino, teniendo conversaciones profundas o bobas como lo hacen cada que se emborrachan, y en esa oportunidad, el castaño estaba decidido a confirmar las teorías que él y el doctor se habían planteado en el consultorio.

Pero, en momentos como esos, BangChan solo se preguntaba cómo HyunJin y él llegaron hasta estas circunstancias tan críticas.

Desde el inicio de la relación fueron abiertos con sus necesidades y gustos, prometiendo siempre hablar en cuanto desearán probar cosas nuevas y si ambos estaban  de acuerdo lo realizarían. Solo quería saber porque (si las teorías llegaban a ser ciertas) HyunJin no le dijo que deseaba probar ser activo.

En realidad no era como si BangChan se fuera a negar rotundamente a la idea.

Primeramente, ya una vez había probado ser el que recibía, y debido a esto, cada que se pasaba de copas se imaginaba a sí mismo siendo doblegado por el de hebras rojizas, actuando sumiso ante sus toques y llamándose por apodos sucios o lascivos.

HyunJin tampoco ayudaba mucho, si cuando estaba en igual estado de embriaguez, tomaba las riendas de todos los besos y toques. Aunque minutos después, le cedía el mando a BangChan al no poder continuar el ritmo debido a su estado.

Aceptaba en silencio, pero con orgullo, que esa es su mayor fantasía sexual.

Camino un poco más entre las mesas de aquel lugar, divisando esa inconfundible cabellera rojiza para el entre la multitud. Acercándose con rapidez ante la creciente y misteriosa ansiedad que se generó dentro suyo por estar cerca de él lo antes posible.

Chanie... —HyunJin llamó inmediatamente vio a su esposo acercándose a la mesa, levantándose para dejar un corto y tierno beso sobre sus labios.

¡Jinnie! —exclamo BangChan, con una sonrisa encantadora hacia el contrario al verlo tan feliz con su llegada.

El doctor Felix tenía razón. Debía confiar en HyunJin, y si este lo amaba tanto como se lo demostraba con esa siempre pero hermosa sonrisa brillante ante su presencia, jamás lo iba a engañar.

Después de mirarse amorosamente, probablemente como tontos ya que estuvieron de pie todo ese tiempo por un largo rato, ambos decidieron sentarse en la mesa frente a frente.

𝐁𝐨𝐭𝐭𝐨𝐦  ʰʸᵘⁿᶜʰᵃⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora