vísperas.

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Los humanos se conmocionaban con las celebraciones
El ambiente era júbilo y gritos
Pero ¿Qué hay de aquellos qué perdieron?

Sí, los que perdieron en lugar de ganar,
Los que intentaron pero su batalla interna pudo más,
Los que se enamoraron unilateralmente,
A los que la sangre y la carne propia los abandonó

¿Qué hay de aquellos qué sólo querían no estar solos hoy?
Nosotros, lo que sufrimos por haber perdido, los que lloramos por qué amamos intensamente, los que fuimos despojados de lo que realmente amábamos.

¿Qué hay de aquellos, qué mientras unos comen y beben, pasan frío en la calle?
Sí, de los que su estómago arde de dolor por qué fue hace mucho su último alimento, de los seres que sufrieron hoy y mañana los golpes físicos de otros, los que no celebran por qué su condena está marcada, los que saben que aunque haya otra víspera, siempre habrá un día menos para su existencia.

Los humanos podrán gritar con júbilo, pero nunca olviden esto: esos gritos en cualquier momento serán llanto, y esa alegría pronto será tristeza.

De amor y otros desencantos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora