Había demasiado silencio para ser una noche de mayo
Había una luna hermosa
Y entonces, lo sentí
Sentí la misma brisa suave que pegaba en mi ropa aquel día de abril
La misma luna
El mismo brillo
El mismo cielo despejado
Pero está vez tú no estabasNo estaba el mar
No estaban las olas
No estaba tu mano entrelazada a la mía
No estaba mi inocencia y tu carisma
No estabas y tampoco tu amorEse efímero momento de nostalgia en el que por primera vez una brisa nauseabunda se apoderaba de mí
Impaciente, dolorosa, melancólicaEra un mar diferente, un mar triste
Un mar inquieto
Un peñasco que atraía poderosas olas
Era una mano diferente
Una mano vacía
Una mano adolorida de aferrarse a un recuerdoEra una inocencia destruida por el crudo golpe que la realidad me dió
Pero seguía siendo el mismo amor
Más frío
Más pálido
Más penetrante
Más ansioso
Más atemorizado
Pero al final, era el mismo amor de aquella noche de veranoNoche que ya no volvería
Noche que rompía mis huesos por querer volver
Noches que jamas llegaronPor qué no es suficiente con anhelar con todas tus fuerzas
Los planes superiores se ríen de nosotros sus bufones