MINERVA
Dejo a Keinar plantado en el salón. ¿De verdad se ha creído que se lo voy a poner fácil?
Tengo a Kena rabiando por dentro, totalmente insoportable, estoy segura que de haber podido, me hubiera mordido por lo que acabo de hacer.
Para mí tampoco está siendo fácil.
¿Lo deseo? Sí
¿Quiero que me marque? Sí
¿Quiero que me haga suya? Sí
¿He olvidado todo lo que ha pasado hasta ahora en tan solo un día? No
He sido humillada durante mucho tiempo, y él siempre lo ha permitido, no se olvida así de fácil el sufrimiento de más de un año.
Sé que no voy a poder aguantar mucho más así, mi deseo por él crece cada minuto que pasa, pero de momento mi orgullo puede más.
Me mira fijamente, analiza cada parte de mi cuerpo con ojos de deseo, mientras sujeto la puerta de la entrada esperando a que salga.
Pasa delante de mí, mientras que cierro la puerta de la entrada, se gira repentinamente, haciendo que mi cuerpo choque con el suyo, desestabilizándome, pero agarra mi cintura rápidamente pegándome más a él.
— ¡Vamos lobita! Es hora de que nuestros padres nos den algunas explicaciones.
Su voz ronca en mi oído, hace que tiemblen mis piernas.
Escucho como se ríe, maldito idiota, este no sabe que quien juega con fuego se quema...
Veamos quién se quema primero.
Me separo un poco de él para poder mirarle fijamente a los ojos, su vista se posa en mis labios por un instante. ¡Mi turno!
Paso mi lengua, humedeciendo mi labio inferior y termino mordiéndolo ligeramente.
Le oigo gruñir. Desde lo más profundo de él sale ese sonido tan placentero y seductor, esa señal que me hace saber que he vuelto a ganar.
Le dedico una sonrisa con picardía, volviendo a ver su cara de confusión.
— Minerva 2, Keinar 1 ¿Seguro que quieres seguir jugando, lobito?
Me alejo de la casa mientras que le oigo maldecir por lo bajo. Esto se está empezando a poner interesante.
Quince minutos más tarde, llegamos a la gran mansión. Como era de esperar, la casa del gran alfa, es un edificio inmenso. Nunca antes había estado aquí, y eso hace que me quede realmente impresionada.
La casa está rodeada por preciosos jardines, llenos de flores. Detrás de esta, se puede ver el inmenso bosque. También alcanzo a ver una gran piscina colindando con los jardines traseros y el inicio del bosque.
Cuanto más nos acercamos, más imponente resulta. Es un edificio blanco con un total de tres plantas, un gran porche en la entrada, y un garaje muy amplio en el lateral derecho.
Tiene varias grandes cristaleras en la parte baja, sin embargo, en los dos pisos de arriba, hay unas ventanas algo más pequeñas, enmarcadas por marcos negros, que contrastan con la casa.
— ¿Lista para entrar?
La voz de Keinar hace que vuelva a centrarme en aquello a lo que hemos venido.
— En realidad, no. Pero va siendo hora de saber la verdad.
Keinar agarra mi mano, mientras que me guía al interior de la casa. Giramos a la derecha y llegamos a un gran salón, amplio, con varios sofás y una gran mesa donde están sentados nuestros padres.
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DESTINY
WerewolfMinerva ha crecido con la idea de ser una gran sanadora, pero la diosa Luna tiene otros planes para ella. El destino de las cuatro facciones está en sus manos, por suerte no va a estar sola. Su alma gemela, su mate Keinar, será capaz de seguirla al...