XV

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MINERVA

No puedo evitar estar nerviosa, hace algo menos de media hora que hemos llegado a la cabaña, y tenemos un pequeño problema.

Se trata de una casa pequeña situada en medio del bosque, no muy grande y construida totalmente de madera. Es del tamaño justo como para poder abarcar a una familia de pocos integrantes como es la mía.

Consta de dos plantas y un gran porche en forma de "L" en la parte de adelante de la casa, con dos accesos pequeños en escalera.

En la planta de abajo está la cocina americana y una pequeña zona de estar. En la parte de arriba hay tres habitaciones, una de matrimonio, y otras dos más pequeñas con camas individuales.

Aquí está el problema, a mi madre se le ha ocurrido la gran idea de que Keinar y yo compartamos habitación, obviando la mirada de cabreo de mi padre y mi risa nerviosa.

La cara de satisfacción del chico ha sido digna de enmarcar.

—Por mucho que seas un alfa, aquí manda ella— dice Daemon muriendo de la risa —Será mejor que hagamos algo útil en vez de quedarnos aquí mirando, hagamos un reconocimiento del perímetro y ver que todo está bien.

—Gran idea, y tu cariño, iras también con ellos— dice mi madre guiñando un ojo a mi padre —Te veo venir y no, no hay opción, quiero hablar de cosas de mujeres con nuestra hija, es nuestro momento.

Mi padre se resigna y sale de la casa antes de que nadie pueda decirle nada más. Daemon sale tras él y Keinar se acerca a mí. Pasa una de sus manos por mi cintura, juntando nuestros cuerpos para poder susurrarme al oído, como si de esa manera mi madre no fuera a oír igualmente lo que me va a decir.

Antes de que él pueda decir nada, tomo su cara con mis manos y junto nuestros labios dándole un corto beso.

—Voy a estar bien, no hagas esperar a nuestros padres, y disfruta de esta excursión con tu suegro.

No puedo evitar reírme.

—No tengo la menor duda que ahora mismo solo quiere arrancarme la cabeza, creo que va a ser divertido.

De repente, Keinar sale disparado hacia atrás. Genial, mi padre ha hecho volar a mi novio.

—Antes de que vuelvas a poner tus zarpas sobre mi hija, tenemos que hablar, así que sal tu solito antes de que te saque yo.

Keinar no está muy feliz, pero antes de que sea capaz de hacer nada, un gruñido sale de mi garganta y señalo con el dedo donde está la salida, y como dulces corderitos, los tres hombres salen por la puerta, la cual es cerrada por Daemon mientras que me dedica una sonrisa.

Mi madre aplaude tras de mí, y las dos empezamos a reírnos.

—Hija, eso ha sido maravilloso. Te irás dando cuenta que por muy macho alfa, lomo plateado, etc que sean, frente a su mate, se vuelven muy dóciles. Sube estas maletas, y ven a la cocina, seguro que volverán hambrientos.

Tardo algo menos de 10 minutos en dejar cada cosa en su lugar y volver a estar junto a ella en la cocina.

Una de las muchas cosas que tenemos en común mi madre y yo es que nos encanta cocinar, nos relaja, nos gusta ver que todo el amor y el esfuerzo que ponemos en ello, luego sea recompensado viendo como lo devoran todo.

—¿Estás nerviosa?

—¿Cómo no voy a estarlo mama? En 3 días todo ha cambiado tanto... Soy adoptada, no conozco mi don, y puede que aparezca mi abuela.

—No estás sola, cariño, pase lo que pase, siempre serás nuestra prioridad.

—Lo sé, pero tengo miedo, mamá— juego con los dedos de mis manos — ¿Y si algo no sale bien? ¿Seré capaz de poder aprender yo sola? ¿Qué dirá Keinar si no lo consigo? ¿Querrá seguir a mi lado? ¿Tendré que abandonar la gran manada si no consigo nada?

—¡Oh! Alto cariño— mi madre deja de amasar la masa para las galletas que está preparando — No tengo la menor duda que vas a conseguir todo aquello que te propongas, yo misma te ayudaré con ello.

Hace una pequeña pausa mientras se lava las manos.

—Con respecto a él, apenas lo conozco, pero puedo asegurarte, hija, que ese chico muere por tus huesos— se acerca a mí y me abraza —Hay algo que debes comprender y es que un macho es capaz de matar y morir por su mate. Te va a querer por encima de todo.

—Ese es mi miedo mamá, no quiero perderlo. Hace apenas tres días lo odiaba, pero ahora solo de pensar que lo puedo perder, me duele el pecho.

Mi madre seca con sus manos las lágrimas que mis ojos dejan caer.

—Esa es la preocupación que tenemos todos, pero es ley de vida. No tienes que darle más vueltas o terminarás enloqueciendo. Solo tienes que dejarte llevar, disfruta de lo que la diosa te ha otorgado.

—¿Y cómo lo hago?

—Solo déjate llevar. Que sea tu instinto quien te guíe, escucha a tu loba, ella nunca va a desear nada malo para vosotras, hazle caso, su instinto es mucho más fuerte que el nuestro.— se separa de mí y me sonríe — Por cierto, he traído una caja de supresores...

—¡MAMÁ!

Me pongo roja como un tomate, no me esperaba esto para nada.

—¡Ay hija! No me mires así. En menos de 5 días sellaréis vuestra unión, os marcaréis uno al otro. Por lo general cuando pasa eso es porque habréis...

—¡Vale, vale! Ya lo he entendido, solo que no sé si estoy preparada para eso.

—Cariño, no es que vayas a estar preparada, es que según pasen los días, instintivamente lo vas a estar buscando.

No digo nada más, solo acepto la caja que me tiende, tomándome el primero de muchos supresores.

Después de unos minutos de charla y compartir muchas risas, dejo preparadas las galletas para hornearlas, antes de volver con la tanda de preguntas a mi madre.

—Mamá ¿Cómo es ella? ¿Cómo es Selene?

Las dos volteamos hacia la puerta al escuchar que ha sido cerrada. Frente a nosotras se encuentra una mujer de avanzada edad, con el pelo largo recogido en una cola de caballo, tez morena y un porte que impresiona a cualquiera. Pero lo que más me llama la atención es la sonrisa que nos dedica a mi madre y a mí. Una sonrisa cálida y acogedora.

Poco a poco se acerca a nosotras hasta pararse delante de mí. Toma mi rostro con sus manos, y aun con esa sonrisa, es cuando me dice:

—Puedes averiguarlo tú misma.


¡Tachan! Queridos lectores, por fin aparece Selene

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¡Tachan! Queridos lectores, por fin aparece Selene.

Siento haceros esperar tanto para este momento, pero bueno, aunque parezca relleno, he creído conveniente contar ciertas cosas antes de su aparición.

¿Creéis que Minerva tiene que seguir resistiéndose un poco más?

¿Qué os ha parecido este capítulo? Os leo, un abrazo.

Tenéis en la galería una foto de como sería la cabaña de madera.

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⏰ Última actualización: Feb 14 ⏰

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