VIII

45 34 14
                                    

KEINAR

Mientras me visto, llamo a mi amigo.

— Keinar ¿Dónde estás? Están todos como locos buscándote.

— Estoy en los vestuarios poniéndome la ropa extra que tengo aquí.

— Ven rápido al patio, se han vuelto todos medio locos con lo de Minerva.

Corro al patio y me doy cuenta de que mi amigo estaba en lo cierto. Hay un círculo enorme de personas rodeando a mi padre y a los padres de mi chica. Poco a poco voy esquivando a las personas hasta que llego al centro junto a ellos.

— ¿Dónde te habías metido? No ha salido el catering y la comida siempre amansa a las fieras, literalmente — me susurra mi padre al oído.

— Lo siento, me he cruzado con Minerva...

— ¿Minerva? ¿Dónde está? — me mira a los ojos.

— Se ha ido corriendo hacia el bosque.

— ¡Mierda! Tenemos que encontrarla, nos necesita.

— Papá, hay algo respecto a ella que debo decirte...

— ¿Es necesario que sea justo ahora Keinar?

— Ella es mi mate.

Suelto la bomba, así sin miramientos, en medio de todo el bullicio.

— ¿Tu mate está por ahí correteando sola por el bosque recién transformada y tú estás aquí como si nada?

Según va haciendo la pregunta, va alzando cada vez más la voz hasta el punto que todo el mundo se calla al oír su grito.

— No he podido seguirla, Darla ha aparecido, como de costumbre y he tenido que encararla para que deje de meterse donde no la llaman.

— Esa estúpida niñata con sus tonterías... ¿Has intentado comunicarte con ella o con su loba?

— No he podido y estoy muy frustrado — agacho la cabeza — no hemos podido sellar nuestra unión porque ella aún no me ha aceptado.

Mi padre gruñe tan fuerte que todos a nuestro alrededor dan unos pasos para atrás. Escuchan atentamente nuestra conversación

— Si no selláis vuestra unión en menos de siete días, vuestros lobos empezarán a debilitarse hasta el punto de morir. Haz lo que sea, pero ve a por ella, tráela de vuelta, y gánate su respeto y su aceptación. Por muy alfa que seas, da igual si tienes que arrastrarte por el mismo lodo, ella es tu mundo y si no te acepta, se acabará todo para los dos.

Dicho esto, agarro a mi amigo y nos encaminamos de nuevo a los vestuarios.

— Greg, necesito que vengas conmigo. Kai está totalmente descontrolado, necesito de tus habilidades para que me ayudes a encontrarla, eres tan buen rastreador como yo, ahora mismo soy inservible, ayúdame por favor.

Estoy tan desesperado que soy capaz de cualquier cosa con tal de poder encontrarla.

— ¡Vamos, vamos! Estamos tardando mucho y ya estará muy lejos, nos va a costar un triunfo encontrarla si dejamos pasar más tiempo.

Nos despojamos de nuestras ropas y nos transformamos, dejando salir a nuestros lobos. Jack, el lobo de Greg, es de un precioso color beige, con las patas algo más oscuras, parece que lleve puestos unos calcetines, sus ojos son de color azul, casi blancos. Es un lobo de una gran envergadura, incluso para ser un beta.

Dejo salir a Kai, necesito tener todos mis sentidos activos y esta es la mejor manera. Veo que mi amigo me mira fijamente.

"Es verdad eso de que el amor hacer que te desarrolles del todo"

DESTINYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora