Capítulo 9

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Rhaenyra estaba al borde de la locura desde que se enteró de la tontería que su hija había hecho, faltaba apenas unas horas para que llegara a ella y no creía poder soportar más, lo único que impedía que montará a Syrax y le diera el peor regaño de su vida era su abultado vientre, apenas le faltaba dos meses para dar a luz y podía perder a sus hijos si lo hacía.

-Ella estará bien hija mía- afirmó Viserys con calma- Es una niña fuerte y valiente

-Pudo haber muerto padre

-Y será regañada por ello... por lo que escribió en su carta significa que algo descubrió

El barco de los Velaryon comenzó a acercarse cada vez más al muelle, todos observaron a los dragones volar, solo aquellos que los conocían notaron lo grande que estaban tras su visita al norte

-Es una salvaje- afirmó Laenor al ver a Visenya sobre el lomo de Meraxes sin montura ni protección- Una niña maravillosa

-La reencarnación de la reina guerrera- afirmó Viserys

Alicent sintió estar viviendo un deja Vu, Meraxes aterrizó a pocos metros de ellos y Visenya bajo de un salto tal cual hacia Rhaenyra cuando montaba a Syrax, sin cuidado alguno tiro de sus guantes con sus dientes mientras se acercaba a sus padres.

-Padre- saludo Visenya al ser cargada y girada- Te extrañe

-Y yo más mí niña

-Madre

Visenya río emocionada al apoyar su cabeza en el vientre de su madre, río aún más al ser pateada por sus hermanitos

-Mi hermosa niña- saludo emocionada- ¿en que estabas pensando?

-Prometo contarte todo- afirmó mientras abrazaba la cintura de su abuelo- Hola abuelo

-Hola mí niña oí de tu aventura

-Fue emocionante y aprendí muchas cosas

-¿si? ¿que haz aprendido?

-Sabias los salvajes le arrancan la lengua a las personas que hablan mal de su familia- comento mirando de reojo a la reina- Y luego de arrancarla se la hacen comer

-Eso es... violento

-Es lo que dije... les comenté que tu solo les haces cortar la lengua

Cuando los demás llegaron, los niños fueron abrazados por sus respectivas madres, Luke no dudo ni dos segundos en comenzar a contar todo hasta el mínimo detalle, le viaje en el carruaje desde el muelle a la fortaleza fue llenado por historias y risas.

-Y...Y ... Y Aemond me empujó sin querer y caí sobre la nieve... fue asombroso mí nariz se congelo y mis dientes... No sabía que los dientes se pueden congelar

-Luke más despacio- pidió Laenor- ¿la salvaje de tu hermana no caso ningún caminante blanco?

-Laenor- Rhaenyra lo regaño sabiendo que su hijo tuvo un largo tiempo con pesadillas por esas historias

-Mira papá la mano de un caminante blanco- Lucerys saco de su bolso unos huesos que pertenecían a una mano, rápidamente todas las miradas pasaron a Visenya

Aegon rio a carcajadas mientras que los demás veían asustados a la niña preguntándose de dónde la sacaron.

-Mance me ayudó a cazarlo- mintió- Chillo peor que un jabalí pero no podía volver sin un recuerdo para mí hermano

-¿Quien es Mance?- pregunto Laenor

-El líder del pueblo libre es divertido y me dijo que es mentira que hacen tazas con los cráneos incluso se burlo de mí

-Tendra consecuencias por ello- afirmó Viserys

-No no por favor abuelo- pidió la niña- Es genial estar entre ellos es como si fuera normal por unos minutos

-¿Y tu Aemond  la pasaste bien?

-Asi es princesa... Lord Stark fue muy amable y sus enseñanzas muy enriquecedoras

-Rickon cuenta las mejores historias papa- afirmó Luke

-Entrenamos con Cregan- afirmó Jace- Y Sara casi me rompe la nariz en el entrenamiento fue genial la única chica que conozco que tiene fuerza es Visneya

-Helaena recolecto muchos bichos- comento Visenya tratando de incluir a su tía- Conseguimos una caja especial para ellos

-Eso es... bueno- afirmó Rhaenyra tratando de no mostrar asco por los insectos- ¿hay alguno nuevo que no tuvieras?

-Todos son nuevos- respondió con timidez- Puedo mostrartelos si quieres

-Por los fideos que asco no- Aegon gruño

-Tal vez puedas mostrarnos cuando lleguemos- afirmó Rhaenyra- Tal vez el maestre tenga frascos donde puedas verlos mejor

-¿Se puede hacer una caja con vidrios?- pregunto Jace - Así puede verlos sin sacarlos

*
Viserys miraba atentamente a su nieta parada en el otro extremo de la mesa, Alicent Hightower estaba a su lado con una mirada mezclada de horror y asco mientras que Rhaenyra y Laenor no sabían si regañarla por escapar en su dragón sin montura o abrazarla y llenarla de besos por su enorme corazón por las dudas Laenor hizo las dos cosas. Rhaenys y Lord Corlys miraban orgullosos a la niña a pocos metros suyo.

-Asi que le ofreciste Dragonstone- repitió Viserys

-Si pero con condiciones... No hurtos ni violaciones serán educados y civilizados

-Haz prometido tierras que no tienes ni te pertenecen- afirmó Alicent- Es una barbaridad lo que prometiste en nombre del rey

-No prometí nada en nombre del rey

-De todas formas esas personas son salvajes y desalmadas que asecinan, violan y hurtan

-Porque no tienen que comer- respondió en un gruñido- Si pasarás hambre ¿No robarias para que tus hijos comieran?

-Hurtar es un pecado

-El hambre no responde a pecados... a nadie le importa una mierda los dioses si tienen hambre... tal vez deberíamos encerrarla en una celda por meses a ver si no robaría aunque sea un pedazo de pan viejo

Lord Corlys sonrió orgulloso a su nieta quien no tenía ni una pizca de vergüenza, reina o no reina su nieta le diría sus verdades, Rhaenys no se quedaba atrás, orgullosa y algo asustada de la filosa lengua de su nieta

-Visenya querida explícame que les ofreciste exactamente

-Solo vivir en Dragonstone- repitió- Les enseñaremos a cultivar, ellos ya saben casar además... abuelo tu y el maestre siempre dicen que no hay peor enfermedad que la ignorancia... esas personas mueren por frío y hambre, no saben nada más que su estilo de vida, si podemos ayudar ¿por qué no hacerlo?

-Tu idea es aceptada querida pero debo hablar con consejo y pensar en todos los pros y contras para darles las reglas que deben seguir

-Gracias abuelo eres el mejor abuelo rey que existe... oh y olvidé avisar que prometi que mí mejor abuelo marinero llevaría cómoda a las personas del pueblo libre

La Oportunidad De Rhaenyra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora